Geografía agraria del municipio de Obejo (Córdoba)

lunes, 18 de abril de 2011

AGRICULTURA Y GANADERÍA EN EL MUNICIPIO DE OBEJO. UN ESTUDIO DE CAMPO

El predominio de la dehesa y el monte mediterráneo en Sierra Morena no exime de la existencia de campos cultivados, que vienen a cubrir las necesidades de las poblaciones de productos básicos, como cereales, legumbres, aceites, vinos, verduras y frutas. ( Carlos Parejo Delgado “ Los campos cultivados de la baja y media montaña”)

Habitualmente, en cualquier término municipal serrano la pauta de localización de los campos cultivados ha obedecido a una triple tipología:

- Los ruedos, o espacios de forma elíptica que rodean los núcleos habitados.
- Las márgenes de ríos y arroyos, o manantiales, donde se ubicaban las huertas en regadío.
- El suelo de la dehesa, que se cultivaba cada cierto número de años para cereales y legumbres, permaneciendo el resto del tiempo en barbecho.

El matorral y monte bajo mediterráneo también se roturó, hasta comienzos del siglo XX, para el cultivo de cereales. Se hacía mediante “rozas”, o quema de las malas hierbas y el matorral, aunque con la práctica del abonado intensivo de las explotaciones cultivadas, se haya abandonado dicha práctica.

En los terrenos de la dehesa se manejaba la calidad del suelo como principal criterio para seleccionar lo que debía cultivarse. Los barros y la saliega (ricos en arcillas) eran preferidos para el trigo; el resto de suelos no arenosos (de calidad intermedia) se dedicaban a la cebada y avena; finalmente, los suelos más pobres (terrenos arenosos y laderas pizarrosas) se destinaban a un cultivo más sufrido, como el centeno.

Los olivares de la Sierra eran otro cultivo singular, y presentan características diferentes a los de las campiñas del Guadalquivir. A partir del siglo XVIII el olivo se expande rápidamente en sustitución de la vid (afectada por la plaga de la filoxera y la competencia de las áreas vinícolas de las tierras bajas andaluzas), y coloniza, amplias superficies de la Baja y Media montaña de Sierra Morena, ocupadas en esa época por dehesas muy deterioradas y, en mayor parte, por monte bajo y matorral. Se situaba normalmente en laderas situadas en orientaciones de solanas.

Tras su implantación en un periodo histórico de fácil comercialización de este cultivo, los olivares han ido perdiendo progresivamente rentabilidad económica, ya que son difíciles de mecanizar y menos productivos que los de las tierras bajas. En consecuencia, constituyen cultivos que aportan unos ingresos complementarios a las rentas campesinas y, apenas se laborean. Tampoco se han ido reponiendo los árboles adultos, por lo que su grado de envejecimiento es muy notable (predominan ejemplares superiores a los cien años).

En los terrenos con suelos más aptos, produce un aceite de gran calidad, que se busca potenciar actualmente a través de las Denominaciones de Origen.

Obejo es un municipio de baja montaña que se caracteriza, como se ha visto, por una economía precaria, pues adolece de tejido industrial y los servicios se limitan a atender las necesidades de primer orden.

En el sector agrícola, su situación puede resumirse calificándola de Zona de Montaña Desfavorecida, donde concurren circunstancias de altitud y pendiente que limitan la producción, alternando las labores extensivas de cereal, cebada trigo y avena en los suelos más aptos para ellos, con arbolado predominantemente la encina. El mayor peso de este sector, como ocurre en toda la comarca serrana, lo tiene el olivar, que ocupa amplios y discontinuos espacios. Debido a la emigración y al encarecimiento de las labores agrícolas que en su mayor parte no pueden mecanizarse, el olivar tiende a reducirse y cada día está más invadido por el monte, aunque en muchos lugares está cuidadosamente cultivado.

Los cultivos leñosos se distribuyen en olivar, en proporción del 80% del total, almendros, aunque muchos de ellos están abandonados o cubiertos de matorral y frutales y viñedos en escasa proporción.

Los cultivos herbáceos corresponden a cereal que se cultiva en los ruedos, fundamentalmente cebada y avena. Dichos cultivos presentan un bajo rendimiento en comparación con la comarca y provincia de Córdoba, pero han aumentado su porcentaje de ocupación de suelo en los últimos años en más de 700 has. Existe una pequeña superficie de regadío con cultivo de alfalfa ( 5 Has.) y algún trigo. Cabe decir que las tierras de cultivo han aumentado en la última década. Además, una importante superficie ha pasado a pastizal, haciendo disminuir la dedicación forestal.

La zona de monte maderable corresponde a las masas forestales formadas por pinos de repoblación, que se sitúan al sur del término municipal, en fincas de ICONA; existen también abetos, castaños y eucaliptos. El monte abierto adehesado, comprende la dehesa de pasto y arbolado de encinas fundamentalmente, aunque también en las umbrías aparece el alcornoque y quejigo. Se puede observar que ha aumentado su superficie en los últimos años. El monte leñoso es el monte bajo propiamente dicho que ha disminuido su extensión.

En los ruedos de Obejo aparece un paisaje adehesado, donde coexiste el laboreo extensivo y la explotación ganadera, que se beneficia de unos pastos de buena calidad para ganado de cerda y ovino.

La situación agrícola puede resumirse diciendo que Obejo desarrolla una agricultura marginal del olivar, el cereal extensivo y el encinar adehesado para nutrición de la cabaña de ovino y de cerda. En las tierras meridionales las repoblaciones forestales conviven con el bosque mediterráneo y el aprovechamiento cinegético.

La Ganadería:

La Ganadería de la zona ha venido experimentando una lenta pero constante despoblación de especies porcinas y caprinas, manteniéndose en ligero ascenso las bovinas y ovinas, viéndose multiplicadas las explotaciones cinegéticas. Carecen de interés las explotaciones avícolas y apícolas, sector este último con grandes posibilidades y larga tradición en la comarca ( miel de Hornachuelos, por ejemplo), pero poco desarrollado en la actualidad.

Según se apunta en la Memoria de las Normas Subsidiarias del municipio (1990) uno de los problemas de la ganadería es que la mayor parte de las fincas pertenecen a personas que no son naturales ni residentes en la localidad, por lo que se encuentran desaprovechados y poco atendidos los pastos y encinas que, si se potenciaran, podrían hacer aumentar el censo ganadero.

Tampoco existe una organización cooperativa en el sector que apoye a los pequeños ganaderos para una mejor comercialización de su producción y para crear explotaciones conjuntas, capaces de dar un rendimiento más aceptable. Solamente con el aprovechamiento racional de los pastos y el encinar podría duplicarse el número de cabezas de ganado.

SILVICULTURA Y ACTIVIDADES CINEGETICAS.

La Sierra Morena cordobesa es una de las zonas de mayor riqueza forestal de Andalucía, donde existen parques naturales de importancia y masas de bosque mediterráneo todavía muy bien conservados.

El monte bajo y el matorral no son espacios baldíos, sino que históricamente han cumplido una amplia gama de funciones productivas, generadoras de rentas e ingresos para las economías campesinas. En este sentido, las crónicas locales nos informan de que este tipo de monte era aprovechado, fundamentalmente, para el pastoreo y la recogida de plantas silvestres utilizadas tradicionalmente con distintos fines (medicinales, comestibles, curtientes,...).

En la comarca de la Sierra se localiza una de las principales superficies de pino piñonero de Andalucía, producto de repoblaciones que se cuantifica en 33.000 has. de las 45.000 existentes en la provincia de Córdoba. EGMASA extrae anualmente 5500 hm3 de madera, procedente de estos pinares de especies “piñonero” y “pinaster”, siendo la zona la 2º área productiva de Andalucía. Actualmente se comercializan 3.000 Tm. de piñas al año, por la cooperativa “Coforest” ubicada en Villaviciosa de Córdoba.

En la comarca existen 200.000 has. De cotos de caza, por esto está alcanzando una gran importancia en las actividades de transformación y comercialización de la carne de caza, por ahora ubicadas en Villaviciosa de Córdoba donde existe una planta transformadora.

Otro sector importante y para el cual la comarca está especialmente dotada por su riqueza en cauces fluviales es la Piscicultura. En la actualidad existe ya una factoría de anguilas en el municipio de Espiel, que aprovecha la pureza de sus aguas y la escasa contaminación.

Las producciones de corcho y miel, por ejemplo en Hornachuelos, podrían dar lugar a un importante complejo productivo comarcal, con expectativas de futuro. Está prevista la creación de una denominación de origen de “Miel de Hornachuelos” que ya cuenta con planta envasadora de este producto.

El municipio de Obejo tiene también la capacidad de desarrollar estas actividades relacionadas con su medio rural. La pureza de sus ríos el Cuzna y el Guadalbarbo serían aprovechables para cultivos piscícolas. La miel está en franca decadencia pero existen en el término algunas colmenas. Sin embargo por ahora no se han dado pasos en este sentido. Muy distinto es el caso de la actividad cinegética:

Actividades cinegéticas:

Obejo cuenta con 12.163 has. acotadas, que corresponden a 24 cotos de caza menor, de los cuales, ocho son también de caza mayor. Sólo la finca de “Puntales” es de titularidad pública.

En relación a los cotos de caza, dos manchas comparte Obejo con Córdoba: la finca “Campoalto” y la finca “La Armenta Alta”, ambas en poder de familias aristocráticas. Campoalto, antaño poblada de lobos, vio aparecer los venados hacia los años 60.

Como se explica en el libro de Mariano Aguayo “ Montear en Córdoba” ( Caja de Ahorros de Córdoba, 1993): “en cuanto se sale de Córdoba por la carretera de Badajoz o del Muriano, se llega a una larga recta, la Carrera del Caballo que tiene a los lados unos extensos llanos, hoy salpicados de chalets y casas, pero que allá por los cincuenta eran unos afables y limpios encinares”.

En su libro, va explicando y definiendo las principales fincas del término de Obejo dedicadas a la caza. Pasados Cerro Muriano y el embalse del Guadalnuño, aparece la finca Campoalto, finca muy rica por su densidad de encinas y alcornoques y su buen monte de cabeza. En sus lindes se encuentra la fortaleza del Vacar y también un antiguo balneario construido a finales del siglo XIX. En la actualidad, la abundancia de reses en la finca hace que sea un espacio de montería muy utilizado.

Frente a Campoalto, al otro lado de la carretera, se encuentra la finca Candelera Baja, finca con alta densidad de cochinos, que linda con el campo de tiro del ejército. Más allá de la Candelera, cerca del pantano del Guadalmellato, se encuentra la finca Calderín, y más al norte la Usera. Por el camino hacia Villaharta, se encuentra la finca Pedrique, que tiene unos enormes barrancos y alta densidad de animales.

La finca Las Mestas estuvo durante años en manos de una sociedad en la que participaban aficionados cordobeses, no es abundante en reses pero éstas son de buena calidad. De parecidas características es la finca los Puntales.

Puede concluirse diciendo que Obejo es un municipio muy apto para las actividades cinegéticas, que en sus fincas se cazan fundamentalmente cochinos y venados, pero también se practica la caza menor. Los propietarios de las fincas organizan periódicas monterías, sin embargo no existe una comercialización de las carnes.

La actividad cinegética está muy relacionada con las potencialidades turísticas de la zona.

TURISMO

El estudio del medio físico del término municipal de Obejo nos presenta un municipio con grandes posibilidades para el desarrollo del turismo rural. Su paisaje y su naturaleza hacen del pueblo un rincón de descanso y de potenciales actividades de ocio, como el senderismo, con mayores o menores dificultades a la hora de diseñar los itinerarios, recorridos culturales a zonas donde se unen naturaleza y yacimientos arqueológicos, actividades cinegéticas, visitas a lugares cercanos de interés cultural y natural como son los parques naturales, etc...

Otra actividad con grandes posibilidades de desarrollo es la pesca. Los ríos de Obejo poseen grandes expectativas para un turismo rural y natural de calidad, tanto por la belleza del paisaje, como por el interés de su vida silvestre y, en definitiva por su aceptable estado de conservación. Esta iniciativa se puede apoyar fomentando los cotos de pesca en que se han convertido ya determinados tramos de ríos, las adecuaciones recreativas del pantano del Guadalmellato, o los senderos naturísticos señalizados por los cauces de los ríos Cuzna y Guadalbarbo. Todo esto refleja la nueva vocación de estos parajes, vocación que se orienta hacia nuevas oportunidades de desarrollo socioeconómico.

Otra propuesta es la llamada “vía verde” que discurre sobre antiguos ferrocarriles, bordeando antiguas explotaciones mineras. La Barriada de Cerro Muriano, que ya está potenciando la creación de un museo del cobre, se vería favorecida por esta iniciativa.

El núcleo de Obejo ofrece un gran atractivo como lugar de descanso por su singular gastronomía, fiestas populares, danzas, etc...

Los factores negativos que amenazan estas orientaciones son fundamentalmente: las malas comunicaciones intracomarcales que tiene el municipio, la escasa oferta de alojamiento y hospedaje que presenta y la emigración, el envejecimiento de la población y la mano de obra poco especializada.

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