BIOGEOGRAFÍA DE ESPAÑA

jueves, 8 de diciembre de 2011

EMA 5.- BIOGEOGRAFÍA

1.-Regiones y provincias biogeográficas:

En la división biogeográfica del mundo, España pertenece al Reino Holoártico Boreal que se extiende por los continentes al norte del trópico de Cáncer. Este reino comprende 11 regiones de las cuales, tres están presentes en España: la Región Eurosiberiana, la Región Mediterránea y la Región Macaronésica.
a) La Región Eurosiberiana la dividimos en dos provincias llamadas provincia atlántica que ocupa la fachada atlántica el norte y noroeste peninsular y la provincia submediterránea que comprende la zona este hacia los Pirineos.
b) la Región Mediterránea: ocupa el resto de la península y las Baleares. El principal rasgo de su vegetación es el carácter perennifolio debido a las exigencias de adaptación al medio que impone el clima, que es más seco que en la España Eurosiberiana. La sequía estival obliga a las plantas a reducir la evapo-transpiración, por eso sus hojas son pequeñas con raíces extensas y profundas. La vegetación mediterránea tiene un crecimiento lento debido a las condiciones medio ambientales.
La planta más representativa del bosque mediterráneo en su estado original es la encina, llamada quercus ilex, es un árbol que se adapta muy bien a suelos y climas diversos, puede vivir hasta en alturas de 1000 metros en las mesetas y hasta los 2000 en Sierra Nevada pues se adapta muy bien al frío. Al abrigo de la encina crecen muchos arbustos: el madroño, el lentisco, la jara, y plantas aromáticas y medicinales que forman el matorral mediterráneo
En los suelos silícios y en zonas de temperaturas suaves y con mayor cantidad de lluvia, aparece el alcornoque, quercus suber, cuya corteza, el corcho, es producto de una explotación característica de Andalucía y base de una industria importante.
c) La Región Macaronésica: a ella pertenece el archipiélago Canario. Sus rasgos principales son la variedad florística y la cantidad de especies endémicas que en ella existen. La diversidad es producto de las influencias del mundo atlántico, mediterráneo y africano y el endemismo es debido a su insularidad, que fortalece la vegetación autóctona.
Teniendo en cuenta la constitución volcánica de la isla y su clima subtropical, encontramos que en las zonas más bajas existe una vegetación de matorral, cuyas especies principales son el cardón y la taiba; algo más elevado se encuentra el bosque de laurisilvas
(laurel) pues la temperatura es más fresca ( altura de 500 metros) Por encima de este bosque aparece el bosque de coníferas formado por pino canario y algunos cedros.

2.-LOS BOSQUES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.

Los bosques son formaciones naturales de árboles en cuyo interior se crea un microclima especial gracias al efecto protector de sus copas. Dentro del bosque, el ambiente es más sombrío y húmedo que en el exterior, además en el suelo se acumulan restos vegetales que aseguran un aporte continuo de materia orgánica. La península ibérica comprenden un territorio eminentemente forestal, extensas zonas hoy deforestadas lo están por la acción humana, pues el territorio es muy apto para la vegetación.

TIPOS DE BOSQUES IBÉRICOS

BOSQUES DE ALTA MONTAÑA
(Hay que tener en cuenta que en la alta montaña del Pirineo, de los Montes Cantábricos y Sierras Ibéricas a partir de una determinada altura ya no es posible la existencia de bosque y aparece el matorral).
-El bosque característico de la alta montaña es el bosque de pino negro y abetales ( abetos), ambos son bosques de coníferas. Los pinares de pino negro forman el bosque que vive a mayor altitud en la península y en condiciones muy difíciles, pues forma bosques allí donde ningún otro árbol puede prosperar. Se encuentran en ambientes con inviernos largos y fríos y veranos cortos y frescos. Los pinares forman masas densas que se localizan entre 1700 y 2000 m de altura, pero hasta los 2300 mt. se pueden encontrar pinos aislados. Crece por lo general con un sotobosque de arbustos de hoja perenne, destacando el rododendro y el enebro rastrero.
-Los abetales se encuentran en ambientes menos difíciles que el pino negro. Son propios del Pirineo y se desarrollan entre los 1000 y 1800 mt. Forman un tipo de bosque sombrío y denso poco favorable para el desarrollo de arbustos, el sotobosque es ocupado por plantas herbáceas y musgo.


BOSQUES DE MONTAÑA MEDIA HÚMEDA.
En las zonas de clima oceánico, lluvioso y fresco sin un periodo de sequía estival, se desarrollan los bosques de hoja caduca, aunque en algunas zonas encontramos también pinares del tipo albar y negral.
-En el Pirineo occidental y en las montañas del sistema Cantábrico y Macizos Galaicos más elevados, se desarrollan los bosquecillos de abedules, que soportan muy bien la humedad y el frío.
-Los hayedos son bosques que se encuentran en zonas de elevada humedad y sobre suelos bien drenados. Son bosques densos y se dan en el eje Pirineo- Cantábrico y también en el Sistema Ibérico aunque más aislados. Son importantes en la sierra del Moncayo, donde forma bosque hacia los 1300 mt. También aparecen en el Macizo Central. El haya crece en ambientes donde no hay limitaciones de agua. Tiene mucha importancia en el paisaje asturiano, cantábrico y vasco. Cuando el clima es favorable, pueden crecer las hayas a niveles inferiores siempre que haya suficiente precipitación y humedad. En las zonas mas bajas prospera mejor el llamado carvallo que se encuentra entre los 400 y 600 mt. El hayedo forma grandes bosques en Asturias pero disminuye hacia Galicia, donde se encuentran pocos, casi en estado de reliquia.
-Pinares de pino albar: estos bosques son frecuentes en el Pirineo, Sistema Ibérico. Sistema Central y Serranías Béticas. Es el bosque típico de los ambientes muy fríos de la montaña media continental cuyo clima es frío con veranos cortos y secos.
-Los pinares de tipo negral son propios de zonas de transición, ocupan zonas más bajas que los pinos albar y se encuentran en zonas algo más cálidas, pero suficientemente frías todavía para impedir que aparezcan ya los robles.
-Los robledales (Quercus pubescens) se mezclan con el hayedo en muchos lugares. El roble es un árbol de clima oceánico que crece entre los 700 y 800 mt. En el Pirineo llega desde los 500 a los 1000 m.Las zonas más frescas y húmedas del norte cuentan con robledales del tipo carvalledo ( Quercus robur). Forma un bosque denso, pero no tanto como el hayedo. El carvallo ha sido muy destruido en la zona norte de Portugal pues dan una excelente tierra de cultivo y los seres humanos los han convertido en prados artificiales. Si el bosque de carvallos desaparece, su espacio es colonizado por los brezos y tojos, también por abedules. Los carvallos cubren grandes extensiones en el País Vasco y en el Pirineo, por ejemplo en el Valle de Arán. En la zona cántabra, las principales plantaciones de carvallo han sido sustituidas por castañares y pinos rodeno o pinastro.
Tanto los hayedos como los robles producen gran cantidad de fruto.
-El melojar es el robledal ibérico por excelencia. Se encuentra desde el Pirineo occidental a Galicia, en las montañas del Ssitema Central y hasta en Sierra Nevada. En las cercanías del Mediterráneo aparece en algunas montañas. Es un árbol que crece entre los 800 y 1500mt. sobre suelos de tipo ácido, con menor influencia marítima que los anteriores, puede tolerar períodos de sequía y pérdidas de agua. Forma bosques no muy densos y ha estado sometido a enorme explotación humana. El melojar se encuentra también en Cataluña, pero difieren de los melojares de la costa Atlántica.
-El quejigal (quercus faginea) es un robledal de clima seco, propio de las montañas prepirenaicas, de las montañas que bordean la meseta, de las sierras costeras catalanas y levantinas y también de las serranías Béticas. Se desarrolla en zonas apartadas de la influencia marítima, con lluvias escasas y fuerte insolación. El tamaño pequeño de las hojas nos indica que es un árbol que se desenvuelve bien si falta el agua. El quejigo es un árbol que recuerda a la encina, pero tiene también características de los robles, es más resistente que la encina.
-El robledal de roble peludo se encuentra en montañas de tipo medio en el noreste peninsular y no tolera un clima excesivamente frío.

BOSQUES DE TIERRA BAJA MEDITERRÁNEA
En la penísula se encuentra la mayor extensión de bosques mediterráneos de toda la cuenca que baña este mar. Sus bosques son de hojas perennes, duras y rígidas para resistir la sequía.
-Los carrascales ( encina carrasca o quercus rotundifolia) es el bosque más extenso y frecuente de la península. Vive en todas las tierras del interior, desde Galicia a Cataluña, Castilla y Andalucía. Habita entre los 300 y 1000 mt. Tolera bien la poca lluvia, resiste inviernos crudos y veranos largos y calurosos. La carrasca es capaz de tolerar los más duros climas peninsulares, pero la destrucción del hombre ha sido muy profunda y tan completa que el arbolado casi ha desaparecido en amplios territorios. Las llanuras, antes pobladas por carrasca, hoy son zonas de cultivo. Los tomillares, aliagares y los espartales, constituyen la etapa final del largo proceso de deforestación sufrido por la carrasca, cuya rehabilitación y restablecimiento del monte primitivo es hoy casi imposible.
-Los encinares (quercus ilex). Las encinas son árboles de hojas duras y es la especie más representativa del paisaje mediterráneo. Son árboles verdes todo el año, adaptados al clima templado, de veranos secos y períodos de sequía. Es un árbol de producción masiva de fruto en gran parte del año.
-Los alcornocales( quercus suber) : es el bosque que en Andalucía, Extremadura, Cataluña y centro de España, ocupa las zonas de más lluvia que las encinas. Es un bosque claro que coloniza zonas de suelos arenosos. Es un árbol que tolera fuerte insolación. El alcornoque tiene el cuerpo cubierto de una capa de corcho, material aislante de primer orden. Estos bosques se ven frecuentemente sometidos a incendios, aunque el alcornoque rebrota tras los incendios. El alcornoque se desarrolla en suelos silíceos, en el extremo sur de la costa malagueña y gaditana y llega hasta la cuenca del Tajo. Soporta bien el clima templado y no muy seco.
-Pinares de pino carrasco: estos bosques son frecuentes en toda la zona próxima al litoral mediterráneo, desde Cataluña a Andalucía y Baleares. Es un bosque poco denso. Este pino es una planta sufrida que retiene poca agua.
-El palmito: es el único representante europeo continental de la familia de las palmiáceas. Se da en el litoral mediterráneo, desde Gibraltar hasta Cataluña. Es una planta de clima templado y de lluvias escasa. Es la única palmera autóctona de la Europa continental.
-El sabinar albar: donde el clima es muy frío y no prospera la carrasca, se encuentran las encinas tipo sabina albar. Forman bosques mixtos en el sistema Ibérico, Montes Cantábricos. Es un bosque muy poco denso. Las nebredas son formaciones de sabina albar pero más resistentes al frío y la sequedad.
-Los Pinsapares: son bosques propios de la montaña mediterránea, con mucha pluviosidad. Estas condiciones se dan en la Serrania de Cádiz en Grazalema, cerca del mar. Es un bosque de coníferas con formaciones muy densas, toleran bien la sequía estival.

VOCABULARIO DEL TEMA

ECOSISTEMA
BIOTOPO
HÁBITAT
BIODIVERSIDAD
ENDEMISMO

3.-DETERIORO Y DEGRADACIÓN AMBIENTAL.
LOS ESPACIOS PROTEGIDOS

En España, al igual que en el resto del mundo desarrollado la actuación humana tiene una enorme incidencia sobre la biodiversidad. Esto es consecuencia del mito del progreso indefinido, que se basó en el consumo indiscriminado de recursos naturales sin control. Esta actitud hoy día, gracias a la conciencia ecologista que se está desarrollando en todo el mundo, ha sido sustituida por lo que se conoce como desarrollo sostenible, es decir, usar los bienes que la naturaleza ofrece pero asegurando su renovabilidad en beneficio de las futuras generaciones.
Entre los principales impactos ambientales destacamos las actividades extractivas, la agricultura que utiliza fertilizantes y abonos contaminantes, la deforestación, la sobreexplotación de los acuíferos, los incendios forestales y el deterioro de las costas por la construcción especulativa.
Todos estos problemas que se dan en todo el mundo no sólo en España, han llevado a la comunidad internacional a preocuparse por el medio ambiente para proteger la biodiversidad del planeta. En España existen 257 especies animales y vegetales en peligro de extinción y 12.500 especies amenazadas.
El convenio de Ramsar en 1971, fue un primer contacto con la realidad. Por este convenio los países participantes se comprometieron a preservar las zonas húmedas de sus territorios. La Cumbre de Río es una de las más recientes conferencias sobre protección de la biodiversidad, también lo es el protocolo de Kioto, importante para controlar las emisiones de CO2 y evitar en lo posible el cambio climático.

Los espacios protegidos.

La protección de la naturaleza en España se remonta a 1916 cuando una Ley de Parques Nacionales estableció los dos primeros Parques Nacionales de España: Ordesa y Covadonga.
Pero las preocupaciones ecológicas pasaron a segundo término hasta la llegada de la Democracia, cuando por fin en España se pudo tomar conciencia de la importancia de la protección de la naturaleza. En 1975 se promulgó la Ley de Espacios Naturales Protegidos, para actuar de alguna manera contra los impactos ambientales. La Ley más importante es la Ley de Conservación de los Espacios Naturales y la flora y fauna silvestre de 1989, desde la aplicación de esta ley las comunidades autónomas han declarado espacios protegidos a 524 lugares de la península, que pretenden ser una muestra representativa de nuestra biodiversidad y de los principales ecosistemas españoles. En superficie, está protegido el 6% del territorio nacional.
Podemos distinguir entre dos tipos de Protección:
Parques Nacionales que ocupan la mayor extensión, son zonas de montaña escasamente pobladas de interés ecológico porque en ellos se intentan preservar los ecosistemas originarios de la península. Son Parques Nacionales el de Doñana, el de Ordesa, el de Garajonay en la Gomera y el de Sierra Nevada.
Parques naturales son lugares que ya han sido transformados por el ser humano pero que se intenta que no se deterioren más y se mantengan con sus valores ambientales. Andalucía concentra la mayor cantidad de Espacios Naturales Protegidos debido a la variedad de los ecosistemas que en ella existen.
Hay una gran variedad de tipos de espacios protegidos: pueden ser reservas naturales, zona de especial protección de aves, reserva de la biosfera, parques periurbanos, reserva natural. En Andalucía son 1.590.000 hectáreas las que están protegidas, o sea el 18% de su territorio. Se procura que la preservación de los espacios naturales vaya acompañada de fomentar el aprovechamiento ordenado y sostenible de la zona, para que los recursos redunden en beneficio de los municipios que tienen lugares de protección.

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desarrollo del tema elementos y factores del clima español

sábado, 12 de noviembre de 2011

ELEMENTOS Y FACTORES DEL CLIMA ESPAÑOL.
Los elementos del clima serían los aspectos cuantificables de la atmósfera (temperatura, precipitaciones...) que definen sus características en un determinado lugar. Los factores son los aspectos que influyen sobre el clima. Serían:
1.- Factores:
-Latitud.
-Situación.
- Relieve.
-Circulación atmosférica.
- Efectos del “Jet Streem”.
-Centros de acción.
-Masas de aire.
-Frentes.
2.- Elementos.
-Insolación y nubosidad.
-Temperaturas.
-Vientos.
-Precipitaciones.
1.- FACTORES QUE DETERMINAN EL CLIMA ESPAÑOL.
1.- La latitud.- La Península Ibérica se localiza entre los 36 y los 44º de latitud norte, lo que la sitúa en la zona templada del planeta. Ello provoca la existencia de dos estaciones bien diferenciadas (verano e invierno) y otras dos de transición (primavera y otoño), y una insolación, en general, alta a lo largo del año.
2.- Situación.- La Península se encuentra entre dos mares de características térmicas bien distintas (unos 5ºC de diferencia). Ambos contribuyen a suavizar las temperaturas de las zonas costeras.

3.- El relieve montañoso de la Península influye básicamente en las precipitaciones (siempre mayores en barlovento que en sotavento). La orientación de los sistemas montañosos (oeste-este) permite mejor la entrada de las masas de aire atlánticas (más húmedas) que las continentales (más frías y secas). En general, las cadenas montañosas aíslan a la Meseta de las influencias marítimas.
4.- La circulación general atmosférica presenta dos variantes: la circulación del aire en altura y en superficie. La primera varía en función del “jet streem” o corriente en chorro, y la segunda, por los centros de acción, las masas de aire y los frentes.
-El “jet streem” afecta a la Península en invierno, provocando, cuando va lento (menos de 150 km/h), la aparición de anticiclones y borrascas dinámicos.
-Los centros de acción que afectan a la Península son, básicamente, los procedentes del Atlántico:
-Anticiclón de las Azores, cálido y húmedo.
-Anticiclones del Atlántico Norte, fríos y húmedos.
-Anticiclón Centroeuropeo, responsable de las olas de frío típicas del invierno en el interior peninsular.
-Anticiclón Sahariano, que provoca altas temperaturas en verano.
-Borrasca Islandesa, que provoca olas de frío acompañadas de lluvia en invierno.
-Borrasca Continental, fría y con escasas lluvias (provoca más nubosidad que precipitaciones).
-Los centros de acción citados mueven las masas de aire. Las principales de las que afectan a la Península son:
-La Polar Marítima, que llega a la Península, tras un largo recorrido, húmeda y con temperatura suave.
-La Ártica Marítima, que trae bajas temperaturas y lluvias, aunque éstas no consiguen penetrar en el interior de la Península.
-La Tropical Marítima, asociada al Anticiclón de las Azores, y que es la dominante en verano, provocando tiempo cálido y estable.
-La Tropical Continental, que, proveniente de África, provoca temperaturas muy altas en verano, frecuentemente acompañadas del fenómeno de la calima (polvo del Sáhara en suspensión).

- Cuando dos masas de aire con diferentes características entran en contacto, se produce un frente. En la Península afecta básicamente el Frente Polar, provocado por el choque entre el Anticiclón de las Azores y los Anticiclones Noratlánticos. Produce precipitaciones, que en otoño y primavera suelen ser generalizadas en la Península, afectando en verano al norte y en invierno al sur.

2.- LOS ELEMENTOS DEL CLIMA PENINSULAR.
-Insolación y nubosidad.
Por su latitud, la Península recibe un alto grado de insolación anual, mayor en el sur que en el norte y en verano que en invierno. La nubosidad se reparte de forma inversa a la insolación, con la excepción de las zonas montañosas, donde por fenómenos dinámicos relacionados con el viento, suelen formarse más nubes.
-Las temperaturas.
Las temperaturas medias anuales en la Península registran grandes diferencias en función de la latitud y la continentalidad. Las temperaturas son siempre más frías en el norte que en el sur y en la meseta que en las costas. También la oscilación térmica es mayor en el interior que en la periferia. Asimismo, existen diferencias entre las zonas costeras mediterráneas y atlánticas, ya que el Mediterráneo experimenta una mayor oscilación térmica anual (aguas mucho más frías en invierno que en verano).
-Los vientos.
Los vientos predominantes en la Península son los de componente oeste, templados y húmedos, aunque se registran particularidades, como los vientos del norte y noroeste que afectan con frecuencia a la zona este de la Península (cierzo, tramontana...). Estos vientos entran canalizados a través de los pasos de los Pirineos, provocando que soplen en puntos muy concretos con alta intensidad.
-Las precipitaciones.
La media de lluvias anual en España es de 600 litros por metro cuadrado, pero están muy desigualmente repartidas:
- En la zona norte (Galicia, cornisa cantábrica, País Vasco, Pirineos), es decir, en la tradicionalmente llamada “España húmeda”, las precipitaciones anuales se sitúan entre los 800 y los 1000 l/m2.
-En el resto (“España seca”), las precipitaciones son inferiores a los 600 l/m2. En algunas zonas (“España árida”), son inferiores a los 200 l/m2 (Almería, Murcia, zonas de la Mancha y sur de Zaragoza).
- Mención especial merece el fenómeno de la “Gota Fría”, producida por el estrangulamiento de un meandro del “jet streem”, quedando un bolsón de aire frío y húmedo en zonas de aire caliente: se producen precipitaciones torrenciales en muy poco tiempo. El fenómeno afecta especialmente a la región mediterránea.

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fotos visita a Aemet




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2º Bachillerato de CC.SS. visita la AEMET

El 10 de noviembre, el grupo de 2º bachillerato de Sociales acompañados de la profesora de Geografía, visitaron la Agencia Estatal de Meteorología en la Isla de la Cartuja de Sevilla. Este curso, el grupo es más numeroso que el año anterior, son 26 alumnos y alumnas, pero su comportamiento y atención en la visita han sido ejemplares.
Nos recibió el sr. director de la Agencia, Don Pablo López Cotín,quien con su ya conocida amabilidad empezó hablándonos de la historia de las mediciones meteorológicas y nos enseñó algunos antiguos aparatos de medición.
Después, se organizó una mesa redonda donde D. Pablo nos explicó de una forma amena e interesante, la importancia de la meteorología en la vida cotidiana, la complejidad de la atmósfera,las causas y consecuencias del cambio climático y otras muchas cosas.Alumnos y alumnas, que seguían las explicaciones atentamente, hicieron preguntas muy interesantes.
Finalmente el sr. López Cotín nos habló del trabajo que se realiza en la AEMET, la conexión entre todas las agencias españolas y el trasvase de información que se produce en el mundo relacionado con el tiempo. Durante más de una hora el alumnado disfrutó con las explicaciones del sr. Director de la Agencia.
A la vuelta, aprovechamos el día tan soleado y templado( ¡ y eso que el tiempo había dado lluvia para el jueves! ) y paseamos por el parque de María Luisa. Algunos alumnos y alumnas se están pensando la idea de dedicarse al trabajo en meteorología ¡ igual los vemos en la tele dando el tiempo!

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Geografía agraria del municipio de Obejo (Córdoba)

lunes, 18 de abril de 2011

AGRICULTURA Y GANADERÍA EN EL MUNICIPIO DE OBEJO. UN ESTUDIO DE CAMPO

El predominio de la dehesa y el monte mediterráneo en Sierra Morena no exime de la existencia de campos cultivados, que vienen a cubrir las necesidades de las poblaciones de productos básicos, como cereales, legumbres, aceites, vinos, verduras y frutas. ( Carlos Parejo Delgado “ Los campos cultivados de la baja y media montaña”)

Habitualmente, en cualquier término municipal serrano la pauta de localización de los campos cultivados ha obedecido a una triple tipología:

- Los ruedos, o espacios de forma elíptica que rodean los núcleos habitados.
- Las márgenes de ríos y arroyos, o manantiales, donde se ubicaban las huertas en regadío.
- El suelo de la dehesa, que se cultivaba cada cierto número de años para cereales y legumbres, permaneciendo el resto del tiempo en barbecho.

El matorral y monte bajo mediterráneo también se roturó, hasta comienzos del siglo XX, para el cultivo de cereales. Se hacía mediante “rozas”, o quema de las malas hierbas y el matorral, aunque con la práctica del abonado intensivo de las explotaciones cultivadas, se haya abandonado dicha práctica.

En los terrenos de la dehesa se manejaba la calidad del suelo como principal criterio para seleccionar lo que debía cultivarse. Los barros y la saliega (ricos en arcillas) eran preferidos para el trigo; el resto de suelos no arenosos (de calidad intermedia) se dedicaban a la cebada y avena; finalmente, los suelos más pobres (terrenos arenosos y laderas pizarrosas) se destinaban a un cultivo más sufrido, como el centeno.

Los olivares de la Sierra eran otro cultivo singular, y presentan características diferentes a los de las campiñas del Guadalquivir. A partir del siglo XVIII el olivo se expande rápidamente en sustitución de la vid (afectada por la plaga de la filoxera y la competencia de las áreas vinícolas de las tierras bajas andaluzas), y coloniza, amplias superficies de la Baja y Media montaña de Sierra Morena, ocupadas en esa época por dehesas muy deterioradas y, en mayor parte, por monte bajo y matorral. Se situaba normalmente en laderas situadas en orientaciones de solanas.

Tras su implantación en un periodo histórico de fácil comercialización de este cultivo, los olivares han ido perdiendo progresivamente rentabilidad económica, ya que son difíciles de mecanizar y menos productivos que los de las tierras bajas. En consecuencia, constituyen cultivos que aportan unos ingresos complementarios a las rentas campesinas y, apenas se laborean. Tampoco se han ido reponiendo los árboles adultos, por lo que su grado de envejecimiento es muy notable (predominan ejemplares superiores a los cien años).

En los terrenos con suelos más aptos, produce un aceite de gran calidad, que se busca potenciar actualmente a través de las Denominaciones de Origen.

Obejo es un municipio de baja montaña que se caracteriza, como se ha visto, por una economía precaria, pues adolece de tejido industrial y los servicios se limitan a atender las necesidades de primer orden.

En el sector agrícola, su situación puede resumirse calificándola de Zona de Montaña Desfavorecida, donde concurren circunstancias de altitud y pendiente que limitan la producción, alternando las labores extensivas de cereal, cebada trigo y avena en los suelos más aptos para ellos, con arbolado predominantemente la encina. El mayor peso de este sector, como ocurre en toda la comarca serrana, lo tiene el olivar, que ocupa amplios y discontinuos espacios. Debido a la emigración y al encarecimiento de las labores agrícolas que en su mayor parte no pueden mecanizarse, el olivar tiende a reducirse y cada día está más invadido por el monte, aunque en muchos lugares está cuidadosamente cultivado.

Los cultivos leñosos se distribuyen en olivar, en proporción del 80% del total, almendros, aunque muchos de ellos están abandonados o cubiertos de matorral y frutales y viñedos en escasa proporción.

Los cultivos herbáceos corresponden a cereal que se cultiva en los ruedos, fundamentalmente cebada y avena. Dichos cultivos presentan un bajo rendimiento en comparación con la comarca y provincia de Córdoba, pero han aumentado su porcentaje de ocupación de suelo en los últimos años en más de 700 has. Existe una pequeña superficie de regadío con cultivo de alfalfa ( 5 Has.) y algún trigo. Cabe decir que las tierras de cultivo han aumentado en la última década. Además, una importante superficie ha pasado a pastizal, haciendo disminuir la dedicación forestal.

La zona de monte maderable corresponde a las masas forestales formadas por pinos de repoblación, que se sitúan al sur del término municipal, en fincas de ICONA; existen también abetos, castaños y eucaliptos. El monte abierto adehesado, comprende la dehesa de pasto y arbolado de encinas fundamentalmente, aunque también en las umbrías aparece el alcornoque y quejigo. Se puede observar que ha aumentado su superficie en los últimos años. El monte leñoso es el monte bajo propiamente dicho que ha disminuido su extensión.

En los ruedos de Obejo aparece un paisaje adehesado, donde coexiste el laboreo extensivo y la explotación ganadera, que se beneficia de unos pastos de buena calidad para ganado de cerda y ovino.

La situación agrícola puede resumirse diciendo que Obejo desarrolla una agricultura marginal del olivar, el cereal extensivo y el encinar adehesado para nutrición de la cabaña de ovino y de cerda. En las tierras meridionales las repoblaciones forestales conviven con el bosque mediterráneo y el aprovechamiento cinegético.

La Ganadería:

La Ganadería de la zona ha venido experimentando una lenta pero constante despoblación de especies porcinas y caprinas, manteniéndose en ligero ascenso las bovinas y ovinas, viéndose multiplicadas las explotaciones cinegéticas. Carecen de interés las explotaciones avícolas y apícolas, sector este último con grandes posibilidades y larga tradición en la comarca ( miel de Hornachuelos, por ejemplo), pero poco desarrollado en la actualidad.

Según se apunta en la Memoria de las Normas Subsidiarias del municipio (1990) uno de los problemas de la ganadería es que la mayor parte de las fincas pertenecen a personas que no son naturales ni residentes en la localidad, por lo que se encuentran desaprovechados y poco atendidos los pastos y encinas que, si se potenciaran, podrían hacer aumentar el censo ganadero.

Tampoco existe una organización cooperativa en el sector que apoye a los pequeños ganaderos para una mejor comercialización de su producción y para crear explotaciones conjuntas, capaces de dar un rendimiento más aceptable. Solamente con el aprovechamiento racional de los pastos y el encinar podría duplicarse el número de cabezas de ganado.

SILVICULTURA Y ACTIVIDADES CINEGETICAS.

La Sierra Morena cordobesa es una de las zonas de mayor riqueza forestal de Andalucía, donde existen parques naturales de importancia y masas de bosque mediterráneo todavía muy bien conservados.

El monte bajo y el matorral no son espacios baldíos, sino que históricamente han cumplido una amplia gama de funciones productivas, generadoras de rentas e ingresos para las economías campesinas. En este sentido, las crónicas locales nos informan de que este tipo de monte era aprovechado, fundamentalmente, para el pastoreo y la recogida de plantas silvestres utilizadas tradicionalmente con distintos fines (medicinales, comestibles, curtientes,...).

En la comarca de la Sierra se localiza una de las principales superficies de pino piñonero de Andalucía, producto de repoblaciones que se cuantifica en 33.000 has. de las 45.000 existentes en la provincia de Córdoba. EGMASA extrae anualmente 5500 hm3 de madera, procedente de estos pinares de especies “piñonero” y “pinaster”, siendo la zona la 2º área productiva de Andalucía. Actualmente se comercializan 3.000 Tm. de piñas al año, por la cooperativa “Coforest” ubicada en Villaviciosa de Córdoba.

En la comarca existen 200.000 has. De cotos de caza, por esto está alcanzando una gran importancia en las actividades de transformación y comercialización de la carne de caza, por ahora ubicadas en Villaviciosa de Córdoba donde existe una planta transformadora.

Otro sector importante y para el cual la comarca está especialmente dotada por su riqueza en cauces fluviales es la Piscicultura. En la actualidad existe ya una factoría de anguilas en el municipio de Espiel, que aprovecha la pureza de sus aguas y la escasa contaminación.

Las producciones de corcho y miel, por ejemplo en Hornachuelos, podrían dar lugar a un importante complejo productivo comarcal, con expectativas de futuro. Está prevista la creación de una denominación de origen de “Miel de Hornachuelos” que ya cuenta con planta envasadora de este producto.

El municipio de Obejo tiene también la capacidad de desarrollar estas actividades relacionadas con su medio rural. La pureza de sus ríos el Cuzna y el Guadalbarbo serían aprovechables para cultivos piscícolas. La miel está en franca decadencia pero existen en el término algunas colmenas. Sin embargo por ahora no se han dado pasos en este sentido. Muy distinto es el caso de la actividad cinegética:

Actividades cinegéticas:

Obejo cuenta con 12.163 has. acotadas, que corresponden a 24 cotos de caza menor, de los cuales, ocho son también de caza mayor. Sólo la finca de “Puntales” es de titularidad pública.

En relación a los cotos de caza, dos manchas comparte Obejo con Córdoba: la finca “Campoalto” y la finca “La Armenta Alta”, ambas en poder de familias aristocráticas. Campoalto, antaño poblada de lobos, vio aparecer los venados hacia los años 60.

Como se explica en el libro de Mariano Aguayo “ Montear en Córdoba” ( Caja de Ahorros de Córdoba, 1993): “en cuanto se sale de Córdoba por la carretera de Badajoz o del Muriano, se llega a una larga recta, la Carrera del Caballo que tiene a los lados unos extensos llanos, hoy salpicados de chalets y casas, pero que allá por los cincuenta eran unos afables y limpios encinares”.

En su libro, va explicando y definiendo las principales fincas del término de Obejo dedicadas a la caza. Pasados Cerro Muriano y el embalse del Guadalnuño, aparece la finca Campoalto, finca muy rica por su densidad de encinas y alcornoques y su buen monte de cabeza. En sus lindes se encuentra la fortaleza del Vacar y también un antiguo balneario construido a finales del siglo XIX. En la actualidad, la abundancia de reses en la finca hace que sea un espacio de montería muy utilizado.

Frente a Campoalto, al otro lado de la carretera, se encuentra la finca Candelera Baja, finca con alta densidad de cochinos, que linda con el campo de tiro del ejército. Más allá de la Candelera, cerca del pantano del Guadalmellato, se encuentra la finca Calderín, y más al norte la Usera. Por el camino hacia Villaharta, se encuentra la finca Pedrique, que tiene unos enormes barrancos y alta densidad de animales.

La finca Las Mestas estuvo durante años en manos de una sociedad en la que participaban aficionados cordobeses, no es abundante en reses pero éstas son de buena calidad. De parecidas características es la finca los Puntales.

Puede concluirse diciendo que Obejo es un municipio muy apto para las actividades cinegéticas, que en sus fincas se cazan fundamentalmente cochinos y venados, pero también se practica la caza menor. Los propietarios de las fincas organizan periódicas monterías, sin embargo no existe una comercialización de las carnes.

La actividad cinegética está muy relacionada con las potencialidades turísticas de la zona.

TURISMO

El estudio del medio físico del término municipal de Obejo nos presenta un municipio con grandes posibilidades para el desarrollo del turismo rural. Su paisaje y su naturaleza hacen del pueblo un rincón de descanso y de potenciales actividades de ocio, como el senderismo, con mayores o menores dificultades a la hora de diseñar los itinerarios, recorridos culturales a zonas donde se unen naturaleza y yacimientos arqueológicos, actividades cinegéticas, visitas a lugares cercanos de interés cultural y natural como son los parques naturales, etc...

Otra actividad con grandes posibilidades de desarrollo es la pesca. Los ríos de Obejo poseen grandes expectativas para un turismo rural y natural de calidad, tanto por la belleza del paisaje, como por el interés de su vida silvestre y, en definitiva por su aceptable estado de conservación. Esta iniciativa se puede apoyar fomentando los cotos de pesca en que se han convertido ya determinados tramos de ríos, las adecuaciones recreativas del pantano del Guadalmellato, o los senderos naturísticos señalizados por los cauces de los ríos Cuzna y Guadalbarbo. Todo esto refleja la nueva vocación de estos parajes, vocación que se orienta hacia nuevas oportunidades de desarrollo socioeconómico.

Otra propuesta es la llamada “vía verde” que discurre sobre antiguos ferrocarriles, bordeando antiguas explotaciones mineras. La Barriada de Cerro Muriano, que ya está potenciando la creación de un museo del cobre, se vería favorecida por esta iniciativa.

El núcleo de Obejo ofrece un gran atractivo como lugar de descanso por su singular gastronomía, fiestas populares, danzas, etc...

Los factores negativos que amenazan estas orientaciones son fundamentalmente: las malas comunicaciones intracomarcales que tiene el municipio, la escasa oferta de alojamiento y hospedaje que presenta y la emigración, el envejecimiento de la población y la mano de obra poco especializada.

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Geografía agraria 2º Bachillerato

TEMA9.-GEOGRAFÍA AGRARIA: ESPACIO Y ACTIVIDADES AGRARIAS. USOS Y APROVECHAMIENTOS DEL SUELO.

Espacio agrario y espacio rural
El espacio agrario son aquellas áreas geográficas acondicionadas por los seres humanos para la producción agrícola ganadera o forestal.
Se entiende por espacio rural al espacio (el campo) en el que se desarrollan actividades relacionadas con el ocio, industria, residencia o turismo rural.
El paisaje agrario surge de la actuación humana sobre el medio físico y esta acción da como resultado lo que llamamos paisajes agrarios. En España existe una gran diversidad de paisajes agrarios y una intensa ocupación humana del territorio.

Usos y aprovechamiento del suelo
Se llaman usos del suelo a la utilidad agrícola, ganadera o forestal que tienen las tierras. España tiene 50,5 millones de hectárea de las cuales el 82,8 % son tierras de utilidad agraria y se distribuyen en:

-Superficie de cultivos (37,8 % de la superficie geográfica de España) Es un espacio que se encuentra en retroceso, es decir que disminuye su extensión pues se abandonan muchas zonas, en los últimos 30 años ha disminuido en 2 millones de hectáreas. Los lugares que tienen valores más altos de superficie de cultivos son: Andalucía, Castilla La Mancha y Murcia.
-Prados y pastizales (12,4%) También es un espacio en retroceso. Las zonas con valores más altos son: prados en Cantabria y Asturias y pastizales en Extremadura. Proporcionan alimentos a la ganadería, ya sea porcina o vacuna.
-Terrenos forestales (32,6% ) Abundan en Cantabria, Cataluña y Valencia, aunque son bosques de distinta composición. Son terrenos dedicados al aprovechamiento maderero, de caza, etc. En ellos se encuentran Espacios Protegidos y reservas naturales.
-El resto, 17,2 % se dedica a otros usos, es decir, a superficie ocupada por ciudades, carreteras, ríos etc.

Los condicionantes de la actividad agraria
El espacio agrario está muy influido por factores físicos y humanos:
Los factores físicos son:
-El relieve, que puede facilitar o dificultar las actividades agrarias
-La altitud, influye pues modifica las temperaturas y la humedad de las zonas agrícolas.
-La pendiente y desniveles, afectan a la formación del suelo son más vulnerables a la erosión a la circulación de las agua, etc.
-El clima, las temperaturas y precipitaciones son las que más condicionan los tipos de paisajes agrarios y los tipos de cultivos, las plantas necesitan adaptarse al clima.
-Los suelos condicionan por su diferente naturaleza y composición, depende del suelo se podrán dar mejor unos cultivos u otros.
-La vegetación, en algunos casos ha debido ser totalmente eliminada para la actividad agrícola,


Los aspectos humanos:
-Condicionantes históricos: se refieren al tiempo de ocupación del territorio, los sistemas agrarios utilizados en el pasado, como se distribuía la tierra, tipos de cultivos tradicionales, etc…
-Condicionantes sociales y económicos, hacen referencia a la historia, las innovaciones técnicas, la mecanización empleo de fertilizantes, y por último la importancia de la entrada en la Unión Europea.

El mapa de usos del suelo
En España pone de manifiesto la relación que existe entre los usos del suelo y el relieve y el clima:
-los espacios forestales coinciden con las zonas de alta montaña, poco aptas para el cultivo.
-Las praderas y pastizales corresponden a las zonas de montaña media y en las penillanuras occidentales, zonas húmedas (Costa Cantábrica) y lugares de dehesas (Extremadura).
-Las tierras de cultivo ocupan las cuencas interiores de la meseta, las depresiones interiores y el litoral mediterráneo. Es importante señalar también en este mapa de usos del suelo, las zonas de regadío en las orillas de los grandes ríos, las zonas de cultivos forzados (invernaderos y enarenados), que ocupan zonas de la costa andaluza de Almería, Huelva y Granada y por último, las zonas de cultivos subtropicales de la costa granadina y malagueña.

2.-ESTRUCTURA AGRARIA. REGÍMENES DE EXPLOTACIÓN DE LA TIERRA. CULTIVOS. PAISAJES AGRARIOS ESPAÑOLES.
Se llama estructura agraria al conjunto de condiciones jurídicas que incluyen las formas de propiedad de la tierra, el régimen de tenencia y la morfología agraria (paisajes que crean dichas estructuras).
-La propiedad de la tierra:
Es el derecho a disponer libremente y aprovechar las tierras sin más limitaciones que las legales. En España predomina la propiedad privada de la tierra. Dentro de la propiedad privada hay que distinguir las dimensiones de la propiedad. Teniendo en cuenta las dimensiones se puede hablar de Latifundios y Minifundios:

Latifundios: se clasifican como latifundios las propiedades de más de 250 hectáreas. Las zonas donde abunda esta gran propiedad corresponde a Extremadura hasta Salamanca y por el sur a Castilla la Mancha y Andalucía. Puede decirse que las provincias de Salamanca, Cáceres, Badajoz, Huelva, Cádiz, Sevilla y Jaén tienen más del 55% de su superficie distribuida en latifundios. Córdoba, Toledo Ciudad Real y Albacete tienen su superficie en más del 45% ocupada por el latifundio.
El latifundismo plantea problemas importantes que se han constatado a lo largo de la Historia: en muchas ocasiones se han dedicado estas tierras a cultivos extensivos de secano, lo que ocupa mucha mano de obra jornalera pero la rentabilidad no es muy alta
El latifundio es fácil de mecanizar y tecnificar pero hace falta mucha inversión que a veces los propietarios no quieren hacer. Gran parte de estas tierras se han dedicado a actividades ganaderas, como en Extremadura o a olivar como ocurre en Jaén.
El latifundio ocupa en la actualidad más del 50 % de la superficie española y estas tierras están en manos del 1% de los propietarios.

Minifundio:
Se clasifica así las propiedades de menos de 10 hectáreas. Las zonas donde abunda el minifundio es la zona norte y occidental de España, Galicia, también en Castilla León, Soria y Burgos, Segovia y Zamora. En estas zonas el número de propietarios de menos de 1 hectárea es muy elevado. También hay minifundio en la Comunidad Valenciana, Lérida y Tarragona.
Los propietarios de menos de 5 ha. de terreno representan a la mitad de los dueños de tierras en España, pero sólo ocupa un 10% de las tierras cultivadas de España.
El minifundismo ha tenido problemas históricos pues la producción de una parcela tan pequeña es insuficiente o sólo abastece a una familia. Le resulta muy difícil mejorar los sistemas de cultivo mecanizar el terreno por falta de capital. El minifundismo va a acompañado de una gran dispersión de las parcelas, la solución radica en la concentración de la propiedad.
Según datos del censo agrario de 1999 existían en España 1.764.465 parcelas siendo el minifundio el 75% de ellas pero ocupando sólo el 10 % de la superficie de cultivo.
Entre las 10 y las 100 ha. Se considera mediana propiedad pero estas son poco numerosas.

En la actualidad, se considera que la importancia de una explotación no depende tanto de sus dimensiones sino de su rentabilidad económica por ello grandes propiedades pueden ser poco rentables y medianas o pequeñas propiedades pueden ser muy rentables. La valoración que hace hoy la U.E. es en término de una Unidad de Cuenta Europea que se llama UDE que equivale a 1000 euros de rendimiento bruto.

En España existe también otro tipo de propiedad que es la colectiva, es aquella que pertenece a los municipios y villas. Se llaman tierras comunales que se dividían en lotes o se arrendaban a particulares y ese dinero lo recaudaba el municipio. Las zonas de cañadas y algunos montes llamados de propios son de titularidad municipal.

Se llama régimen de tenencia de la tierra a la forma de explotación de la misma, si es directa es porque la tierra es explotada por el dueño de la propiedad pero si es indirecta es porque la explota otra persona en régimen de arrendamiento (alquiler) o aparcería (gastos y beneficios a medias).

3.-SISTEMAS DE CULTIVOS Y PAISAJES AGRARIOS ESPAÑOLES.
Entre los cultivos españoles hay que diferenciar dos grandes sistemas que tienen distintas características en cuanto a las plantas cultivadas, la intensidad del cultivo, los utillajes agrícolas, la estructura agraria, etc…Son el sistema de cultivo de secano y de regadío. El contraste entre ambos es muy acusado en el paisaje rural.

El secano: Son los cultivos que sólo disponen del agua de las precipitaciones o subterráneas para su desarrollo. Se dan cultivos de secano en la España húmeda, pues el aporte de precipitaciones es abundante. Las plantas más usuales en estas zonas son la patata, el maíz o los forrajes para el ganado.
Pero el verdadero secano se da en las zonas de climatología más seca. En estas áreas se cultiva el cereal (trigo, cebada, centeno) y va ligado siempre al barbecho, pues es necesario el descanso de la tierra para restituir la fertilidad. También se establece en estos cultivos una rotación bienal o trienal. Los cultivos principales en secano son, además del cereal, el olivar y las legumbres.

El regadío: Son los cultivos que disponen de agua de forma artificial, ya sea por antiguos sistemas como las huertas regadas por las acequias, o modernos sistemas de riego por aspersión, etc….Las huertas y las vegas han sido sectores de tradición de riego desde la época musulmana, por ejemplo en Levante o Andalucía donde incluso se utilizaba el agua subterránea mediante las norias. Las áreas de regadío no han parado de aumentar desde principios de siglo, para ello ha sido preciso la construcción de grandes embalses que también se usan para producción eléctrica. Los cultivos de regadío son fundamentalmente las hortalizas y las verduras pero también los cereales se plantan en regadío (el trigo, el maíz y sobre todo el arroz). Muchas plantas industriales son de regadío, la remolacha, el algodón, el tabaco y el girasol.

TIPOS DE CULTIVOS:
Podemos distinguir los de la España Atlántica y los de la España Mediterránea. Los de mayor implantación son los de la trilogía mediterránea: trigo o cebada, vid y olivo perfectamente adaptados a las condiciones ecológicas del espacio.

Los cultivos más abundantes en España son los cereales. El trigo va perdiendo espacio de cultivo aunque los rendimientos por unidad son cada vez mejores. La cebada se usa en la elaboración de la cerveza y se extiende hoy día. La avena y el centeno han disminuido. El arroz, que requiere lugares húmedos y cálidos, se extiende por Valencia, las marismas del Guadalquivir y el delta del Ebro. El maíz va en aumento en las zonas húmedas como Galicia
Las hortalizas y los frutales se han desarrollado de forma espectacular, pues se benefician de la expansión del regadío, sobre todo los cítricos que se extienden por Andalucía aunque eran tradicionales de Valencia.
El olivar es el cultivo más emblemático del sur de España. Su superficie es de 2 millones de hectáreas y adquiere carácter de monocultivo en muchos lugares. El estímulo de las subvenciones comunitarias le ha llevado a extenderse.
El viñedo se concentra en la Mancha, Cádiz, La Rioja y otros lugares y se orienta a la producción de vinos. La Unión Europea ha obligado a disminuir el espacio de este cultivo por la competencia con Francia e Italia.
Los cultivos industriales son los dedicados a productos de uso industrial, como el algodón, la colza, el girasol, la remolacha o el tabaco. El girasol alcanza su mayor extensión en Sevilla y Cuenca.
Los cultivos subtropicales y los enarenados están aumentando mucho en la costa tropical malagueña y granadina y almeriense: aguacates, mango, kiwis, etc.
Por último, hay que señalar que las Islas Canarias, con su reducida superficie dedicada a cultivos, han conseguido especializarse en cultivos en terrazas en las laderas de las montañas. Condicionada por la falta de agua, su agricultura se basa en el plátano, el tomate y la patata.

4.-TRANSFORMACIONES RECIENTES DEL CAMPO ESPAÑOL: NUEVOS USOS DEL ESPACIO RURAL.
Las mayores transformaciones del campo español se produjeron en los años 60 y 70 con la mecanización del campo y la ampliación del regadío. El éxodo rural supuso el despoblamiento de muchas zonas rurales. La generalización del uso de abonos y fertilizantes, la difusión de los cultivos industriales, y la mecanización tuvo como consecuencia un aumento de la productividad y menor necesidad de mano de obra. La mecanización fue un factor clave.

La ampliación del regadío modernizó la agricultura. A comienzos del siglo XX había en España 1.250.000 hectáreas de regadío, pero los gobiernos iniciaron una serie de planes de obras hidráulicas para su ampliación. Una buena parte de la red de embalses se construyó en la época de Franco. Hoy son 3.306.000 hectáreas regadas, casi el 20% de las tierras de cultivo. También la política comunitaria ha sido muy importante a la hora de modernizar el mundo rural pues ha apostado por las ayudas a los campesinos.

En la actualidad existen nuevos usos del espacio rural. Antes, el campo siempre había sido considerado un lugar productivo, agrícola, ganadero o forestal. Pero hoy tiene un valor de uso relacionado con los cambios sociales y la mejoras en la calidad de vida. Es lugar de segundas residencias, de almacenamiento industrial, de talleres, de servicios diversos, que no son los usos tradicionales pero que cubren necesidades de los pueblos cercanos.

Pero el mayor cambio ha venido potenciado por el turismo rural. Es una nueva concepción del turismo que consiste en integrarse en la naturaleza, disfrutar de ella y crear en el campo espacios de recreo para pescar, pasear, realizar o itinerarios naturales, observación de los animales, parques temáticos naturales, etc. El espacio rural se está convirtiendo en un espacio de gran valor económico, por ejemplo se desarrollan los alojamientos rurales, los paseos a caballo, el cicloturismo etc…

De esta forma se está haciendo frente a la decadencia que estaban sufriendo muchos pueblos por la falta de trabajo y la emigración.
La política europea apoya este tipo de soluciones para potenciar el mundo rural y dan subvenciones para la conservación del patrimonio natural. También apoyan empresas relacionadas con estas actividades.

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Geografía Urbana de Sevilla

domingo, 20 de febrero de 2011

GEOGRAFÍA DE SEVILLA http://geografiadesevilla.wordpress.com
Esta página recoge los aspectos propios de la geografía urbana que tienen su reflejo en la ciudad de Sevilla: emplazamiento, forma, plano, edificación, zonificación, actividades, etc.
EMPLAZAMIENTO DE SEVILLA
El Río y la Ciudad

La depresión del Guadalquivir se formó entre dos grandes sistemas montañosos: Sierra Morena y las Cordilleras Béticas. En ella se fueron acumulando como sedimentos los materiales que los ríos traían, rellenando el valle.

Sevilla se encuentra emplazada en la gran llanura aluvional del curso bajo del río Guadalquivir, junto a la cornisa del Aljarafe situado al oeste, y al pie de las terrazas fluviales escalonadas que descienden desde los Alcores situados al Este. El río Guadalquivir recorre esta llanura de norte a sur con un curso lento y divergente.

El Guadalquivir —con su excepcional importancia histórica— cruza la ciudad de norte a sur y es pieza clave del emplazamiento sevillano. El río le ofrece sus posibilidades de puerto fluvial, pero la amenaza con sus inundaciones. Su escasa pendiente y moderada profundidad siempre amenazada por los procesos de sedimentación, ponen en peligro el valor efectivo de la vía fluvial y del puerto interior.

El emplazamiento sevillano se encuentra también cruzado por las cuencas de tres arroyos —hoy canalizados— que tienen su origen en las elevaciones de los Alcores y descendían hacia el Guadalquivir bordeando la ciudad. El Tagarete —unión de los torrentes la Ranilla y Miraflores— y el Tamarguillo desembocaban en el Guadalquivir a ambos lados del Prado de San Sebastián. Más al sur, la ciudad está limitada por el curso del Guadaira. Estos arroyos, que actuaron como fosos defensivos del núcleo primitivo de la ciudad, acabaron convirtiéndose, a medida que esta creció fuera de las murallas, en una nueva amenaza de inundación, acentuada por la contención que el propio caudal del Guadalquivir ejercía sobre ellos; y, al tiempo que en un obstáculo a su crecimiento, supusieron una barrera social.

El relieve de la ciudad

La llanura aluvional del emplazamiento sevillano tiene una altura media de 6 metros sobre el nivel del mar. El relieve de la ciudad tiene como altura de referencia el plano fundamental situado en el centro de un meandro de la margen izquierda del río que sirve de referencia para la descripción del relieve sevillano. Este plano es una plataforma de pequeña elevación correspondiente a la cota 8, alargada de norte a sur, con una altura máxima de 17 metros en la calle del Aire. En su franja occidental se abre la depresión que desciende a cotas de 6 a 4 metros, encontrándose los niveles más bajos en la zona comprendida entre la Alameda y la Plaza del Duque: era el cauce de un antiguo brazo del río que desde la Barqueta llegaba hasta las proximidades de la Torre del Oro.

El sector Norte de la ciudad en su mayor parte se encuentra sobre la plataforma de la cota 8. La pérdida de altura de la plataforma fundamental que se advierte en el sector NE. corresponde a la hondonada del Tagarete en la calle Arroyo, con cotas entre 6 y 4 metros. El aumento de altura desde el plano fundamental hacia el Este hasta la terraza del Guadalquivir no es uniforme y progresivo, pues su superficie se encuentra seccionada por los antiguos cauces del Tagarete y el Tamarguillo. El punto de referencia más elevado es el Cerro del Águila, enclavado entre las cotas 14 y 17. La zona Sur, por la que se encauzaban los cursos bajos del Tagarete, Tamarguillo y del Guadaira, desde el Prado hasta la Palmera, es la más deprimida, con su suelo establecido por la cota 6. El emplazamiento de la Sevilla Occidental se encuentra hoy perfectamente delimitado por la dársena, desde el Alamillo hasta la Punta del Verde, y el curso nuevo del río, a modo de una isla. Se trata de una superficie sin apenas relieve que alcanza su cota máxima de 8 metros en el Altozano.

CLIMA DE SEVILLA
Clasificación general

Las coordenadas de Sevilla —en el observatorio de Tablada, a 3,5 km de su centro geográfico— son: latitud, 37º 21′ 55″ N; longitud, 2º 19′ 35″ W; con una altura sobre el nivel del mar de 5 metros. Por ello, el clima de Sevilla es de características mediterráneas, pero con una importante influencia oceánica dada su proximidad al Atlántico y la dirección de los vientos dominantes.

Atendiendo a las temperaturas, el clima de Sevilla puede cualificarse como templado-cálido, con moderadas oscilaciones de temperatura a lo largo del año, y con veranos largos, tórridos y muy secos. El prolongado verano sevillano se extiende a lo largo de cuatro meses, de junio a septiembre y el calor suele ser agobiante, con medias máximas entre 31º y 35º. Sin embargo, durante el invierno, el frío es suave, con medias de mínimas entre 5º y 6º. Teniendo en cuanta las oscilaciones de la temperatura entre el verano y el invierno, el clima puede considerarse como moderado, con una diferencia media de 16º, valor incluido entre los climas considerados como moderados.

La precipitación media anual es de 591 mm, concentrándose en los meses invernales. Durante el verano la precipitaciones prácticamente desaparecen o se concentran en un solo día. Por eso se puede hablar de veranos muy secos. En cuanto a la humedad, atendiendo a la precipitación media anual con la temperatura media en el mismo período se obtiene un coeficiente de 33, por lo que el clima sevillano ha de considerarse como árido. El porcentaje de sol despejado en Sevilla es de dos horas de cada tres, siendo el período de noviembre a marzo el de menor insolación. Debido al relieve del valle del Guadalquivir, los vientos dominantes en Sevilla son, de modo muy marcado, del SO. en verano, y del NE. en invierno. Sin embargo, hay que destacar la frecuencia de los vientos encalmados, de menos de 3 km/h.

Bienestar climático

El Clima es uno de los factores que colaboran al asentamiento de una población. Sirve para explicar, al menos en parte, el tipo de habitat, determinadas costumbres de la población; y, al mismo tiempo, su estudio permite la correcta organización de los espacios internos de una ciudad.

El bienestar climático —relación entre el clima y hombre— es una de las dimensiones más importantes que condiciona fundamentalmente la vida en la ciudad. El bienestar climático se alcanza cuando hay un equilibrio entre la temperatura, la humedad relativa y la velocidad del aire. En Sevilla, la sensación de bienestar corresponde a una tercera parte del año, concentrada en los meses de marzo-abril y octubre-noviembre, óptimos para la vida en la ciudad. Por el contrario, en otra tercera parte del año, en los meses del largo verano, el ambiente se encuentra cargado de bochorno, lo que disminuye notablemente las posibilidades de la ciudad.

Dada la crudeza del verano y los inviernos relativamente moderados, la estructura de la ciudad se ha orientado fundamentalmente a la defensa de los calores estivales; igualmente, la casa tradicional sevillana se ha acondicionado para defenderse de los calores estivales más que para protegerse del frío. Como consecuencia del predominio de los vientos del SO., las industrias con humos nocivos deberían buscar su emplazamiento en las zonas septentrionales, lo que provoca su alejamiento de la zona portuaria. Los frecuentes vientos encalmados contribuyen a mantener elevados índices de contaminación, favorecido en el casco antiguo, donde la depresión de su relieve, la estrechez de sus calles y su estructura irregular obstaculizan las corrientes purificadoras de aire. El hecho queda agravado en verano, cuando las precipitaciones prácticamente desaparecen.

EL RÍO: MORFOLOGÍA Y FUNCIONES
Evolución del cauce

El río Guadalquivir —columna vertebral de Sevilla— ha experimentado con el paso de los años una profunda evolución. El centro de gravedad de la ciudad, en su crecimiento hacia el Este, se fue alejado del origen que le dio su ser: el puerto fluvial. Mientras que el cauce del río, como medida para evitar las inundaciones que históricamente castigaban a sus habitantes, se iba separando una y otra vez de la ciudad, alejándose hacia el Oeste.

El Puerto, situado antiguamente entre la Torre del Oro y el Puente de Barcas —desde donde se llevó a cabo un floreciente comercio con América— fue disminuyendo su actividad a medida que los barcos aumentaban de calado y Sevilla perdía su monopolio comercial. Desde entonces, al tiempo que se llevaban a cabo diversas cortas que facilitaban la navegación, fueron fracasando uno y otro proyecto de revitalización, y la Ciudad acabó por romper su vinculación con su Río.

Hoy se distinguen dos cauces diferentes: el antiguo o cauce histórico, actualmente convertido en una dársena; y el nuevo, fruto de los diversos cortes, cuya corriente discurre impersonal y rectilínea al pie del Aljarafe. La Dársena o cauce histórico es un largo brazo fluvial de 12 km cortado en el extremo norte, a la altura de San Jerónimo, y unido al cauce nuevo por el sur, mediante la esclusa, que salva un nivel del agua de 18 m. Presenta tres fragmentos claramente diferenciados.

La dársena y sus márgenes

El río saluda a la Ciudad por su cuadrante noroeste, y en sus dos márgenes es testigo mudo de dos sevillas absolutamente dispares. En la orilla izquierda se levanta el pasado, presidido por uno de los sectores del centro histórico más degradado, que ahora presta una nueva fachada a la Ciudad. Ésta mira ahora al río por los nuevos paseos que han sustituido a la antigua barrera de las vía férreas. Mientras, en la orilla derecha, se asoma la modernidad con los pabellones de la Exposición Universal de la Isla de la Cartuja. También, desde el Alamillo hasta Chapina, nuevos y espectaculares puentes y ponen en comunicación ambas orillas.

Pasado el Puente de Isabel II, la orilla izquierda es la más monumental y representativa, con edificios como la Plaza de Toros o la Torre del Oro. Los antiguos espacios portuarios y muelles han sido sustituidos por amplias avenidas y bulliciosos paseos. En la orilla derecha, ocupada en el pasado por el muelle de pescadores, Triana presenta las castizas fachadas de la calle Betis. Pasando el Puente de San Telmo encontramos a la izquierda el Palacio del mismo nombre, desde donde arrancan una serie de jardines y paseos con la Exposición Iberoamericana como fondo; en primer plano aparecen los muelles cuyo silencio habla de la perdida actividad portuaria. En la margen derecha se eleva el moderno barrio de los Remedios, que toma el nombre del convento preexistente. Instalados a lo largo de la orilla se encuentran tres sociedades deportivas y de recreo, y la actual Fábrica de Tabacos.

A partir del Puente de las Delicias, cegado el primitivo cauce de Tablada, surge un espacio portuario mezcla de paisaje fabril, de abandono y desguace. En la orilla izquierda aparece el muelle más activo del Puerto, seguido de una serie de instalaciones industriales, almacenes, depósitos y silos, para acabar en el arranque del Canal Sevilla-Bonanza, espejo de toda una historia de frustraciones urbanas. En la margen derecha se presenta un paisaje semejante con las instalaciones industriales y la dársena del Batán y los Astilleros Elcano. Este Tramo se pone en comunicación con el verdadero cauce a través de La Esclusa, sobre la que se eleva el Puente del V centenario.

CARTOGRAFÍA DE SEVILLA

Evolución del plano


La ciudad de Sevilla ha experimentado en los dos últimos siglos un extraordinario crecimiento. Comparando los planos, podemos determinar con claridad cuáles han sido las principales reformas, ensanches y expansiones llevadas a cabo en la ciudad tradicional. Aunque desde mucho antes está formada la trama básica de la ciudad, en el período abarcado por la serie de planos estudiados la ciudad incorpora elementos muy fundamentales de su estructura física (las mayores plazas, los puentes sobre el Guadalquivir, el ferrocarril, los muelles, el arbolado de las calles y los jardines, etc) y pierde o cambia el destino de muchos otros (las murallas, las huertas intramuros, los conventos desamortizados, etc).

El Plano de Olavide

Entre los planos más conocidos de este largo período destaca con luz propia el Plano de Olavide levantado en el año 1771. Es el primer plano conocido de la ciudad y, como fruto de las ideas ilustradas del Asistente, es la primera representación cartográfica con carácter científico de Sevilla: y por ello, es el punto de partida del estudio de la evolución morfológica de la ciudad. En él se descubre una Sevilla todavía reducida a lo que hoy llamamos Casco histórico —dividido en cinco sectores o cuarteles, barrios y manzanas— y protegida aún por las murallas de las frecuentes riadas del Guadalquivir. En ellas se abrían las puertas y los postigos a través de las que se llevaba el control aduanero de las mercancías que entraban y salían de la ciudad. Recibían el nombre de los caminos, lugares próximos o mercancías que controlaban: eran las puertas de Jerez, de Carmona, de la Carne, del Osario, del Sol, de la Macarena, de la Barqueta, Real, de Triana, etc; o los postigos del Aceite y del Carbón. Sevilla aparece emplazada entre al Río Guadalquivir al Oeste y el arroyo Tagarete al Este, que desemboca en Río al Sur, junto a la Torre del Oro.

La Sevilla de Olavide

La Ciudad intramuros mantenía aún un plano básicamente irregular de calles estrechas, entre las que apenas se descubren grandes espacios abiertos y cuyos edificios presentaban una escala casi rural, de casas de una o dos plantas. La única transformación urbana de cierta envergadura es la Alameda de Hércules. El sector norte tiene las manzanas de mayor superficie. El sector sur de la ciudad es el más noble y representativo: alberga y concentra todos los edificios notables, civiles y religiosos, como los Reales Alcázares, la Catedral, la Casa de Contratación, la Real Audiencia, la Casa de la Moneda y el Ayuntamiento. También se encuentran en este sector los grandes palacios urbanos, como el Arzobispal o el de los Duques de Medinaceli.

Extramuros a la Ciudad y junto a las puertas principales, habían crecido los arrabales, dedicados a actividades peculiares. El arrabal de los Humeros, cuyos vecinos se dedicaban a la pesca y su ahumado, de ahí su nombre. Los arrabales de la Macarena y de la Calzada, habitados por agricultores de las huertas y campos próximos. El de San Bernardo, inmediato al matadero del que vivían sus vecinos. Los arrabales de la Carretería y el Baratillo y los de la Cestería y la Resolana —en el Arenal, inmediato al Puerto— se dedicaban a actividades portuarias. Al otro lado del Río, el gran barrio de Triana unido a la ciudad por el primitivo puente de barcas. Sus habitantes se dedicaban a la pesca y a la alfarería.

Igualmente, fuera de las murallas se sitúan, al Sur de la ciudad, los grandes edificios del Colegio de San Telmo y de la Fábrica de Tabacos, aislada ésta de la Ciudad por un foso. En el Arenal se encuentra la primitiva Plaza de Toros de la Maestranza y las antiguas naves de las Atarazanas, ocupadas en parte por el Hospital de la Caridad; y el Castillo de San Jorge en Triana.

EVOLUCIÓN CARTOGRÁFICA
Las primeras reformas

El Plano Geométrico de 1788 recoge las defensas contra las riadas de las puertas de la Barqueta y los paseos arbolados de la margen del río desde la Puerta Real hasta la Torre del Oro y representa con detalle el arrabal de Triana. El Plano Topográfico de Arjona de 1832 muestra las obras realizadas en el Paseo de las Delicias, desde el Tagarete hacia el Palacio de San Telmo. En Triana pueden observarse las trazas del nuevo mercado en el lugar del Castillo de la Inquisición y las defensas del río y el malecón de la calle Betis. El Plano de Sartorius de 1848 introduce como novedades el desarrollo de los barrios de los Humeros, Cestería y Arenal. La Fábrica de Gas, la Plaza de Armas y la prolongación del arbolado hasta la Puerta de San Juan terminan de configurar este sector; en el extremo Sur aparece claramente trazado el Paseo de Cristina. El interior recoge todas las modificaciones realizadas durante la primera mitad del Siglo: se dibujan minuciosamente las plazas de los Descalzos, Encarnación, Museo y Magdalena.

El Plano de Álvarez-Benavides de 1868 es el primero orientado hacia el Norte. La Ciudad aparece perfectamente delimitada por el doble trazado del ferrocarril. Toda la periferia inmediata a la margen izquierda del río empieza a tomar fisonomía urbana por la aparición de almacenes, talleres, fábricas, cuarteles, prisión. Han desaparecido muchos tramos de muralla, especialmente al oeste; se mantienen los lienzos, torres y puertas prácticamente completas al norte y han sido eliminadas parcialmente al este. En el casco urbano destaca la apertura de la Plaza Nueva y la persistencia al norte de la huerta de los Toribios. En el ángulo suroeste se representa con detalle las huertas y jardines del palacio de los duques de Montpensier, el paseo de las Delicias y el de Cristina. El arroyo Tagarete aparece parcialmente abovedado; y en el Río ya se dibuja el Puente de Isabel II.

La expansión del plano

El Plano del Ejército de 1870 muestra una Ronda cada vez más definida y ha desaparecido la muralla a todo lo largo del río. Están a la vista los caminos y vías de acceso a la ciudad y se apuntan, marcadas por el arbolado, las líneas de expansión futura. En el de 1884 ha continuado el proceso de derribo de las murallas y los nuevos espacios construidos se van ajustando a las alineaciones previstas. Aparecen calles nuevas como la de Arjona, jardines como el de Eslava y reordenaciones como la de La Alameda. El Plano Taquimétrico de 1890 destaca particularmente la vegetación urbana, y especialmente el arbolado, que compone un anillo prácticamente completo en torno a la ciudad; están detalladamente representados los espacios ajardinados del Sur. El Plano de Padura de 1891 presenta los espacios ajardinados dibujados con detalle, asi como algunos trazados antes desconocidos, como el de la Catedral o el del Hospital de las Cinco Llagas.

El Plano General de 1902 insinúa tres áreas de expansión en torno a los ejes de la calle Oriente, el camino de Alcalá y la Palmera. Los jardines de los Montpensier vienen denominados como Parque. Aparece el meandro de Tablada y el curso del Tamarguillo. El Plano de Poley de 1910 tiene representada con claridad la red de tranvías que marca ya los principales ejes de circulación N-S y E-O y la Ronda como circunvalación. La calle Oriente y el camino de Alcalá se presentan como líneas de crecimiento de la ciudad; entre ellas se muestra ya un tejido urbano continuo. El Plano de Riegos de 1918 nos presenta una Sevilla en la que han dejado huella los planes de ensanche hacia el Este y el Sur con los proyectos de Nervión o el Porvenir. Entre las reformas previstas para la Exposición Iberoamericana de 1929 aparece la Plaza de América con su configuración actual. El Canal de Alfonso XII está representado a punto de ser conectado con el cauce del río.

MORFOLOGÍA URBANA DE SEVILLA
Forma general de la Ciudad

La leve topografía del emplazamiento sevillano ha dado lugar a una forma general de la ciudad que se extiende homogéneamente en la llanura. El Río que la cruza se divide en dos brazos al Norte, en San Jerónimo, y se vuelven a unir en la Punta del Verde, en el extremo Sur. La Dársena crea una amplia curva que rodea a la Ciudad por el Oeste lo que ha significado un importante obstáculo para su extensión en esta dirección. Por ello, si consideramos como centro geográfico natural de Sevilla el histórico de la Plaza de la Encarnación, el centro de gravedad de la masa urbana se desplaza claramente hacia el Este, lo que pone en evidencia las tendencias de crecimiento de la Ciudad, alejándose del Río.

La ronda interior que rodea el casco antiguo, la intermedia sobre antigúas vías o canales y la exterior, así como las principales vías de intercomunicación que desde el extrarradio se dirigen hacia el centro, han sugerido la forma de la Ciudad como la de un amplio abanico, que apoyado en las márgenes del Río, se despliega con una cierta irregularidad desde San Jerónimo al Norte, por Santa Clara, al Parque Amate al Este, el Cerro del Águila, las 3.000 Viviendas y Heliópolis al Sur.

El Casco antiguo

El centro de la ciudad mantiene considerablemente bien conservada la primitiva estructura musulmana con su entramado de calles estrechas, no alineadas y caserío compacto aunque bajo, y sin orden aparente. El casco antiguo de Sevilla se corresponde casi exactamente con el interior de la ciudad amurallada; además de algunos arrabales entre los que destacan Triana o San Bernardo; y el entorno del Parque de María Luisa.

En el cuadrante noroeste del casco, el barrio de San Vicente presenta un plano de calles trazadas ortogonalmente. Desde las plazas de Europa y de Santa Catalina arrancan sendos planos radiales de calles. Sólo hay dos pequeñas operaciones de mayor amplitud, de Norte a Sur la Avenida de la Constitución, de Este a Oeste el eje Campana-Laraña-Imagen. Los únicos espacios amplios despejados de edificios son La Alameda de Hércules, La Plaza Nueva y los jardines del Alcázar-Murillo y María Luisa, además de múltiples plazas de pequeñas dimensiones y apenas perceptibles en el plano.

La ciudad moderna

El plano de la Sevilla moderna no tiene una estructura dominante. Pero, un análisis más detallado permite distinguir diferentes tipos de planos: rectangular, radioconcéntrico, funcionalista, aunque todos ellos están intercalados y sin conexión aparente.

Los mejores ejemplos de planos rectangulares lo constituyen barrios de características muy distintas, como Los Remedios, Nervión y el Cerro del Águila; otros muchos de menores dimensiones se distribuyen por todo el plano de la Ciudad. Pocos ejemplos se descubren de planos radioconcéntricos: aparecen dos minúsculos ejemplos uno en el entorno de la Plaza de Cuba, otro en Ciudad jardín de Nervión y un tercero en Amate, todos ellos incompletos. Tipos especiales lo constituyen los ejemplos de ciudad jardín, como es el caso de Heliópolis, Santa Clara o alguna de las urbanizaciones de Sevilla Este.

El resto de la gran superficie urbana esta compuesta por planos funcionalistas con edificaciones de bloques altos separados irregularmente por supuestas zonas ajardinadas como los grandes polígonos de San Pablo, Sur y Norte; o tantos otros como Rochelambert, Santa Aurelia, y un extenso etcétera.

LAS PLAZAS DEL CASCO HISTÓRICO
Plazas de carácter funcional

Hay en Sevilla un grupo de plazas vinculadas con los avatares de la vida pública de la ciudad, y que en un período determinado fueron centro de la política, religiosidad y sociedad sevillana. De este tipo son el conjunto de las plazas del Salvador, del Pan, Pescadería y Alfalfa. Constituyeron un núcleo que englobaba el Foro, la Basílica romana y, posteriormente, la Mezquita, la Alcaicería, etc. A comienzos del siglo XVI se sitúan en la Plaza de San Francisco las sedes de las instituciones civiles. La ausencia de una auténtica Plaza Mayor hace que en el siglo XIX se lleve a cabo la tardía apertura de la Plaza Nueva como espacio representativo de la ciudad y fachada del Ayuntamiento.

Existe otro conjunto de plazas cuyo rasgo fundamental es el carácter mercantil, produciéndose una cierta especialización en función de la localización de dichos espacios en la ciudad; tal especialización se derivaba de la obligatoriedad de introducir ciertos tipos de mercancías por determinadas puertas de la ciudad. A este grupo se corresponden las plazas de la Alfalfa, Pescadería, San Lorenzo, etc.

Otro grupo menos numeroso pero con rasgos bien definidos lo constituyen las plazas gremiales, cuyos mejores exponentes forman la trilogía de las plazas de Zurradores, Curtidores y Refinadores. En ellas se asentaron los correspondientes hospitales o casas de hermandad desde fines del siglo XV y fueron utilizadas como cementerios locales, además de constituir auténticos núcleos de actividad laboral especializada.

Plazas de origen morfológico

Las Plazas-Puerta tienen su origen en las dilataciones que se producían frente a las entradas de los sucesivos recintos amurallados, tanto interior como exteriormente. Es destacable una frecuente configuración triangular como consecuencia de la convergencia de caminos exteriores, y el uso característico como punto de control de las mercancías y personas que entraban en la ciudad, como lugar de aplicación de justicia, y a veces como mercado especializado. Así son las plazas de la Puerta Real y de Triana, las plazas de Europa y de Santa María la Blanca.

Existe un buen número de plazas parroquiales que se sitúan frente a la puerta principal, a los pies del templo. nacen en función de éste, por la liberación del espacio preciso al tiempo de la construcción de la iglesia, como ocurre en el caso de San Marcos o San Román. Un original tipo de plazas dobles tienen su fundamento en la sustitución de las primitivas mezquitas por templos cristianos que generan, al modificar las proporciones y la orientación, sendos espacios laterales. El mayor o Plaza Grande da acceso al templo y el menor se convierte en Cementerio parroquial y posteriormente en Plaza Chica. De este tipo son las plazas de San Vicente, San Isidoro y San Lorenzo.

Frente a ciertas casa-palacio y alguna institución o edificio público de carácter civil se plantean aquellas plazas cuya finalidad es la creación de un espacio de prestigio. Estos surgen por la compra de las casas necesarias para su posterior derribo y reordenación. Así ocurre en el caso de las plazas del Duque, Pumarejo y de Pilatos; o las plazas de la Contratación y Zurbarán.

Apartado especial merecen las plazas que nacen en el siglo XIX como consecuencia de las ideas reformadoras de los diferentes gobiernos. De esta centuria son las plazas de la Encarnación, la Magdalena y Santa Cruz y las plazas del Duque y de Doña Elvira. Tras el proceso desamortizador se proyectan las plazas del Cristo de Burgos y del Museo y la Plaza Nueva.

CASA Y VIVIENDA EN SEVILLA
La casa-patio tradicional

El punto de partida de la casa-patio sevillana fue la casa mediterránea antigua con la aportación musulmana. Esta casa unifamiliar basaba su organización funcional en la existencia de un patio. El patio era el núcleo que generaba la configuración formal de la vivienda. La inexistencia de calles como espacios públicos y el predominio del macizo en las fachadas de las casas, contribuían a potenciar el papel del patio.

La transformación más amplia y profunda del caserío sevillano se produjo durante el siglo XVI, bajo la influencia de las ideas del Renacimiento italiano. El contacto de Sevilla con ciudades italianas como Génova era intenso y de ella llegaban materiales constructivos como columnas de mármol. Así, se generaliza el patio de mármol en el que se incorpora la escalera como elemento emblemático de la vivienda. La fachada de composición unitaria, característica de la casa sevillana surge en el barroco, durante los siglos XVII Y XVIII; en ella, tanto como en el patio, se inicia el empleo del color. La altura aumenta a una tercera planta y aparecen las fachadas avitoladas, con gran cornisa de remate y balcón central diferenciado. También se utiliza el hierro forjado en herrajes de ventanas, cierros y balcones.

En el siglo XIX, la casa-patio neoclásica sigue el desarrollo de las anteriores pero modifica la fachada buscando una mayor unidad y sobriedad compositiva. La influencia romántica abre el portal a la calle mediante una cancela por la que se divisa el patio. Al exterior predominan los colores pastel en combinación con el blanco.


La vivienda colectiva

El origen del Corral de vecinos puede remontarse a época romana y está ya formalizado en época musulmana, manteniéndose inalterable hasta bien entrado el siglo XX. El Corral tenía una organización colectiva que se basaba en un patio más o menos amplio; en su centro, una fuente o pozo surtía de aguas a todos los vecinos. El patio estaba rodeado de dos plantas de corredores en los que se abrían las puertas de las habitaciones-salas como viviendas familiares con sus correspondientes fogones-nicho. Esto se completaba con un pequeño servicio común por planta y un patinillo-lavadero. Su mayor esplendor correspondió a los siglos XVI-XVII y XIX, coincidiendo con los momentos de mayor auge poblacional e inmigratorio de la ciudad. Modelo semejante lo constituyen la Casa de vecindad o de partidos que comparten la misma organización colectiva de los corrales, pero se constituían sobre algún palacio en decadencia o convento desamortizado adaptados a tal fin.

En el siglo XIX, la mayor rentabilidad de los solares, exigió un mejor aprovechamiento de las manzanas con la apertura de nuevas calles para la ocupación intensiva de solares interiores. Surgió así el Pasaje estructurado linealmente con casas de pisos con fachadas a una calle. El pasaje —calle mitad privada mitad pública, a veces acotada con verjas— sustituyó al patio en la organización colectiva de la vida vecinal.

Finalmente, la rentabilidad del espacio habitable de los inmuebles se materializó en el aumento de número de plantas de los edificios. Se incorporaron nuevos tipos de vivienda colectiva como las Casa de pisos, cuya escalera de uso común sustituyó definitivamente al patio. Sus fachadas homogéneas estaban reglamentadas y sus huecos regularizados marcaban con la altura una diferencia social progresiva al aumentar la incomodidad de acceso. Esta nueva vivienda colectiva aportó a la morfología urbana tipos internacionales con los que Sevilla se aproximaba a los conceptos de vivienda moderna.

LA SEVILLA INDUSTRIAL
Los sectores industriales

En la industria sevillana los sectores de alimentación, metal y química totalizan el 55% de las industrias de la ciudad, el 65% del empleo y el 80% de la producción. La rama del metal —dadas las características de sus instalaciones y tipo de producción— aparece como la más extensa de la ciudad con factorías de relieve, que le dan el característico aspecto industrial. Al contrario que la de materiales de construcción que tiene su producción en la propia ciudad con una gran movilidad.

El sector de la alimentación aparece como el de mayor peso tanto por el número de empresas como por el total de su producción, ocupando un segundo puesto por el número de puestos de trabajo. La rama del metal, aunque ocupa un segundo puesto por el número de sus empresas y por su producción, alcanza el primer puesto por el número de empleados. En la industria química es significativo lo reducido de sus empresas y empleo y su alta producción, al contrario que las empresas de la madera y el corcho. Las restantes ramas (textil y confección, papel y artes gráficas, cuero y piel) adquieren características modestas en su conjuto debido al volumen de alguma de sus factorías.

Distribución industrial

La distribución espacial de la industria sevillana viene marcada por el año de 1946 en que se elabora y publica el primer Plan General de Ordenación Urbana, en el que se decide la zonificación de la Ciudad y la determinación de los espacios industriales. Desde antiguo, el Casco es una zona ocupada por numerosos establecimientos industriales, un tercio del total, entre las que, en general, prevalecen las pequeñas industrias y se encuentran representadas todas las ramas. Su emplazamiento está confundido y entremezclado en pleno espacio residencial. Se establece una marcada diferencia entre el sector sur y norte del casco, tanto por el volumen de las industrias como por su número, siendo la mitad Norte la más industrializada.

Una segunda zona corresponde a un cinturón, que apoyado sobre la margen izquierda del Río, en su punto de partida, y de la dársena en su término, circunda el Casco siguiendo el movimiento de la ronda, y cuya profundidad variable viene en gran parte dada por los antiguos arrabales sevillanos. Dentro de este cinturón se perfilan dos espacios con especial relieve: el del comienzo de la carretera de Carmona y el del Barrio de San Bernardo con la presencia de las industrias militares. Desde el punto de vista industrial es una zona de transición en la que la confusión entre zona industrial y residencial no es tan marcada.

La tercera zona está formada por el cinturón más exterior, en contacto con la anterior a través de ls principales vías de comunicación exterior. Dentro de ella los establecimientos disminuyen sensiblemente en número pero aumentan en volumen y capacidad. En este espacio se tiende a una separación absoluta entre las zonas residenciales y las industriales. En ella aparecen los grandes polígonos como cuñas interpuestas entre las distintas zonas residenciales, prolongándose a lo largo de las principales vías de comunicación. Así, en el sector este, la carretera de Málaga es el gran eje desde La Cruz Campo hasta Alcalá; o la de Cádiz, al sur; en el sector norte destaca el núcleo fundamental de San Jerónimo, junto a la estación ferroviaria y el de los polígonos Calonge y Store en el contacto entre la carretera de Carmona y la autopista de San Pablo. El núcleo industrial del Puerto, establecido a ambas mágenes de la Dársena, es el de mejor dotación industrial de toda la ciudad, en el que sobresalen industrias como la Fábrica de Tabacos, C.A.S.A., Abonos de Sevilla, Astilleros Españoles, etc.

LA SEVILLA COMERCIAL
Estructura comercial básica

La estructura comercial de Sevilla se compone de cinco grandes grupos: comercios de bienes perecederos (alimentación, droguerías, papelerías, estancos, bares y cafeterías, etc), comercios de bienes semiduraderos (vestido, calzado, deportes, etc), comercios de bienes duraderos (electrodomésticos, mobiliario, sanitarios, etc), Grandes Almacenes y Grandes Superficies. Dentro de esta estructura, el comercio tiende a concentrarse dentro de determinadas áreas, estableciendo jerarquía de zonas, basadas en la especialidad y calidad de los productos, o creando verdaderos vacíos. Conforme disminye el nivel de especialización aparece una mayor dispersión espacial, alcanzádose la dispersión máxima en los comercios de bienes perecederos.

Existe en primer lugar un gran núcleo comercial, emplazado dentro del espacio Sur del Casco. La importancia, no sólo local sino regional de este centro, se manifiesta por la variedad del sector. Es la zona de mejores establecimientos comerciales de la ciudad. En este espacio predominan los establecimientos dedicados al comercio de bienes semiduraderos y duraderos. Siguen en importancia comercial la zona norte del casco y la occidental de la ciudad, particularmente Los Remedios. En las restantes zonas de la Ciudad aparecen dominadas por una componente fundamental de comercios de bienes perecederos cuya misión es atender las necesidades más inmediatas y menos especialiazadas de la población.

Concentraciones comerciales

Los minicentros son las concentraciones más elementales. Están formados por tiendas de artículos de uso común, diario e inmediato, como alimentación, farmacias, bares, etc. Su área de influencia suele ser muy reducida, condicionada por la proximidad al domicilio.

Los subcentros amplían su radio de acción y constituyen verdaderos núcleos de atracción comercial de mayor especialización. Pueden formarse a lo largo de una calle y sus confluentes y su área de influencia se corresponde con el barrio y barrios limítrofes. En ellos se concentran comercios de bienes semiduraderos y duraderos: electrodomésticos, mobiliario y menaje, zapaterías, ropa, librerías, etc.; y en sus proximidades suelen encontrarse enclavados mercados. Así son las calles Paulo Orosio, Marqués de Pickman, Reina Mercedes, Asunción, San Jacinto o Feria.

El Centro principal ejerce su atracción sobre toda la Ciudad. En Sevilla, se emplaza en la zona Sur del Casco y ofrece la máxima especialización y calidad en los establecimientos de todo tipo. Destacan las grandes librerías o papelerías técnicas, los establecimientos de alta confección, musicales, joyerías, ópticas, etc. En él, sobresale indiscutiblemente la presencia de los Grandes Almacenes que, al convertirse en un potente foco de atracción, arrastran y crean un área comercial en torno suyo. Este Centro principal se extiende en su eje N-S, desde la Avenida hasta la Plaza del Duque; y en el eje E-O, desde La Encarnación hasta Reyes Católicos; constituyen núcleos fundamentales calles tan conocidas como Sierpes, Tetuán, O’Donnell, San Eloy, o los ejes de La Campana a Imagen o de Puente y Pellón a la Plaza del Pan.

Los hipercentros son el fenómeno comercial más llamativo en la actualidad. Las grandes superficies comerciales, por sus necesidades de espacio, se instalan en la periferia urbana y próximas a importantes vías de comunicación han desplazado el centro de gravedad comercial hacia el extrarradio de la ciudad. Estos grandes sistemas comerciales están en viva competencia con los pequeños comercios que a duras penas resisten la férrea competición que establecen.

LA POBLACIÓN DE SEVILLA
Evolución demográfica

El siglo XX marca una reactivación en la evolución demográfica de Sevilla, que puede calificarse de rápida y continua. La población de la ciudad pasará de los 147.271 habitantes de 1900 a los 683.028 del censo de 1991. El favorable proceso vegetativo, que se ha dado durante el siglo, se debe en gran parte a la constancia mantenida de sus elevadas tasas de natalidad, que en los primero decenios restaban importancia a la elevada mortalidad. En los últimos decenios la fuente de alimentación demográfica para la ciudad la han constituido, además del descenso acentuado de las tasas de mortalidad, la inclusión el censo sevillano de los nacidos en la provincia.

Sevilla —la gran metrópoli del sur— a lo largo del siglo XX, de ciudad fuertemente receptora de inmigrantes, pasa a ser progresivamente emisora de emigrantes. Así, mientras las altas tasas de crecimiento se justifican en la primera parte del siglo por la inmigración, en la segunda mitad se produce un fenómeno regresivo por el que esta alcanza valores negativos de emigración hasta nuestros días. Durante los cuatro primeros decenios del siglo, la ciudad consigue no sólo evitar una regresión poblacional sino incrementarse debido casi exclusivamente a la afluencia de inmigración. Desde 1951 se advierte un retroceso en la inmigración debido a la orientación de la emigración rural hacia otros puntos de la geografía nacional o el extranjero. Este fenómeno se intensifica en los decenios siguientes, llegándose a un saldo migratorio negativo en la ciudad. Si bien es cierto que es el momento en que comienza la inmigración a los municipios colindantes hoy incorporados a su Área metropolitana. En los últimos decenios la capitalidad autonómica de la ciudad ha producido cierta reactivación de la inmigración.

Estructura de la población

La lectura comparada de las pirámides de población correspondientes al período 1930 a 50, nos permite descubrir una intensa inmigración en edad laboral, que se manifiesta por el desarrollo progresivo de los gradientes correspondientes a las edades intermedias. La pirámide de 1950 sigue marcando la erosión de la base, coincidente con la primera gran inflexión en tasa de natalidad de todo el siglo. Aumenta la superficie del gradiente de los mayores de 65 años, fenómeno correlativo a la regresión de la mortalidad. La pirámide de 1970 marca un intenso rejuvenecimiento con la presencia de una amplia base que reforma las anteriores pirámides, ofreciendo una estructura triangular, explicable por la reactivación de las tasas de natalidad y el descenso de la mortalidad infantil. El máximo alacanzado en estos años va descendiendo progresivamente hasta la pirámide de 1991, que aunque sigue manteniendo los gradientes de las edades intermedias correspondientes a la población en edad productiva, hay un notable aumento en los tramos de las edades superiores que se contrarresta con una disminución proporcional de los grupos infantiles, manifestación el primero del aumento de la calidad de vida, y de la baja tasa de natalidad de lo últimos decenios, el segundo.

La ciudad, tras un período de envejecimiento de los 30 a los 50, inicia un rápido proceso de rejuvenecimiento, en el que influyen como factores positivos sus altas tasas de natalidad y la regresión de las tasas de mortalidad infantil y como negativo la emigración de parte de la población en edad laboral. La inmigración se hace regresiva a través de los años, lo que unido al fenómeno de la emigración, influirá en una futura contracción de las tasas de natalidad que se detienen e involucion a partir de los años 70. En todo esto se evidencia un nuevo proceso de envejecimiento, dada la importancia de las edades intermedias, sobre las que recae la responsabilidad de la ciudad y de su población y el aumento progresivo de las edades superiores, frente a la notable disminución de las infantiles.

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Trabajando en la clase

martes, 15 de febrero de 2011

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Tema 7.La ciudad

TEMA 7.- LA CIUDAD EN ESPAÑA: MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA. EL SISTEMA DE CIUDADES EN ESPAÑA.

1.- EL CONCEPTO DE CIUDAD. LA URBANIZACIÓN
El fenómeno más importante de los últimos decenios lo constituye el aumento de las poblaciones urbanas, esto es un fenómeno universal y se produce tanto en los países industrializados como en los países en vías de desarrollo.
Se entiende por urbanización la progresiva concentración de la población en las ciudades, lo que implica un incremento de la población urbana.
a) Criterios para definir la ciudad: Los criterios para definir lo qué es un núcleo urbano son, en primer lugar, numéricos. Se clasifican como urbanas aquellas poblaciones agrupadas en un mismo lugar a partir de un cierto límite numérico. En España este es el criterio utilizado por el Instituto Nacional de Estadística, que sitúa el umbral de población urbana en 10.000 habitantes. Es un criterio incompleto pues contabiliza a la población de todo el término municipal.
La tasa de urbanización se halla relacionando la población que vive en las ciudades con la población total: es un porcentaje y su fórmula es:
Población urbana/ población total x 100= tasa de urbanización.
Otro criterio para definir la ciudad es el sociológico:
Según Whirth, para definir lo que es una ciudad hay que distinguir qué es el “modo de vida urbano” es decir, cuales son las normas, los valores, los comportamientos y las actitudes de los habitantes de las ciudades. Según este autor, las características de la ciudad en contraposición con el medio rural son: aislamiento social, permisividad social, superficialidad de las relaciones sociales, anonimato, espíritu de competencia, gran movilidad, debilitamiento de las relaciones familiares:
“Anónimos y desterrados en el ruidoso tumulto callejero, van los ciudadanos, y se amontonan y se hacinan. En amargas colmenas los clasifican y allí, tan ignorantes como ignorados, crecen y se multiplican”. Serrat: “ciudadano”.
Criterio funcional: se basa en las actividades económicas propias de la ciudad y distintas al mundo rural.
Criterio morfológico: La alta densidad de población, las edificaciones, viviendas en altura.
b) La morfología urbana es el aspecto externo que presenta la ciudad.
Es la forma de la ciudad que combina el plano, los edificios y los usos del suelo. El plano se compone de espacios libres y superficies construidas, los usos del suelo se refieren a la utilización del espacio en función de las necesidades de la población: residencial, industrial, comercial, infraestructuras, y equipamientos.
Para analizar y conocer una ciudad hay que estudiar distintos aspectos de la misma:
• El emplazamiento de la ciudad:
Es el lugar concreto donde se asienta la ciudad, lo que condiciona en cierta forma su paisaje y su crecimiento. Por ejemplo, en el golfo de Cádiz.
• La situación:
Hace referencia a la posición de la ciudad en relación a su entorno, es decir a los grandes conjuntos geográficos o económicos donde se sitúa. Cádiz se sitúa al sur de España, frente al estrecho de Gibraltar.
• El plano o planos:
Es el conjunto formado por las superficies construidas y libres de la ciudad: edificios, calles plazas y parques. Suele responder a tres tipos: Irregular, radiocéntrico y ortogonal o en damero.
• La construcción
Incluye la trama o disposición de los edificios que puede ser abierta o cerrada, y la edificación que puede ser colectiva y en altura o individual, viviendas adosadas o exentas.
• Los usos del suelo
Se refiere a la distribución del espacio urbano en diferentes zonas de la ciudad, en relación a la utilización del suelo, por ejemplo áreas comerciales y de negocios, polígonos industriales, áreas de recreo, zonas residenciales, parques, etc.

2.-PROCESOS DE URBANIZACIÓN: FACTORES Y CONSECUENCIAS
A lo largo del siglo XX la tasa de urbanización en España ha ido creciendo. Entre 1900 y 2000, la población urbana ha pasado de ser el 32,2 % al 78%, es decir, que la población urbana se ha multiplicado por cinco.
Este proceso no ha sido igual en todas las ciudades. Entre 1969 y 1979, época en la que más aumentó la tasa de urbanización debido a la emigración del campo a la ciudad, serán las ciudades más grandes las que tienen las tasas más elevadas. Pero desde los años 80, las grandes ciudades comienzan a ralentizar el crecimiento como consecuencia de los grandes problemas que tienen que afrontar: carestía de viviendas, subidas de precios de los pisos, crisis del empleo, etc. Por esto, en estos años crecen más las ciudades españolas medianas y pequeñas.
La distribución de la urbanización española presenta muchos contrastes. El más destacado es que las ciudades del interior, de la región Castellano-Leonesa, Extremadura, o La Mancha, tienen tasas de urbanización mucho más bajas que las del litoral, exceptuando, claro está, Madrid, que tiene la tasa más alta del país. La tasa de urbanización española está próxima a la media europea.
1.-Factores que han intervenido en el proceso de urbanización:
• Las razones que explican la urbanización, se refieren al crecimiento de las actividades económicas en las ciudades, pues estas son las que atraen a la mano de obra. Existen también razones de carácter histórico, cultural o geoestratégico que hacen que una ciudad crezca en un momento determinado.
• El principal factor ha sido la industrialización y su concentración en la zona de Cataluña, País Vasco y Madrid, han hecho de estos lugares los más urbanizados; pero también el turismo ha provocado un gran aumento de la urbanización, sobre todo de las costas mediterráneas, como Benidorm, Torremolinos o Marbella.
• Otro factor a tener en cuenta es la influencia que ejerce sobre su entorno una gran ciudad. Así, los núcleos próximos a estas grandes ciudades, incrementan su población, por ejemplo en Madrid o la zona del Aljarafe en Sevilla.
• Otro factor es el hecho de que la actividad primaria haya ido disminuyendo y la mano de obra del campo se vaya a las ciudades. Sin embargo en los últimos años se han desarrollado técnicas agrícolas, como el regadío, los cultivos bajo plásticos, etc., que se dan en Almería, Murcia, Valencia o Canarias y que han atraído mucha mano de obra a las ciudades cercanas.
2.-Consecuencias del proceso de urbanización:
• La primera consecuencia es el despoblamiento de las zonas rurales en muchos lugares de España. Los municipios de menos de 10.000 hb. han perdido mucha población desde mediados del siglo XX.
• Otra consecuencia es la demográfica, pues el paso a vivir en las ciudades comporta cambios en la población: Las ciudades tienen más población joven, y en ellas se da una menor tasa de natalidad.
• Pero la más grave de las consecuencias es el deterioro del medio ambiente, el alto consumo de energía, la degradación del paisaje, el gasto de agua, la contaminación atmosférica, etc…

3.-TIPOS DE CIUDADES ESPAÑOLAS A LO LARGO DE LA HISTORIA:
Gran parte de las ciudades de España presentan un importante pasado histórico. Cada época ha dejado su sello en la forma de las ciudades.
• Las primeras ciudades de la península son de época de colonización fenicia y griega, (siglo VIII a.c.). Destaca la ciudad de Cádiz, que tiene 3.000 años de antigüedad, también otras del litoral catalán y mediterráneo.
• La época romana representó un avance en la consolidación de las ciudades. Los romanos crearon un modelo propio y fundaron numerosas ciudades, algunas sobre poblaciones ya existentes de tiempos prerromanos y otras nuevas, entre las que destacan Itálica, Zaragoza, Mérida, etc. La aportación principal de la urbanización romana es el plano ortogonal, un trazado urbano en cuadrícula y en torno a dos ejes o líneas que se cruzan llamados el cardo y el decumano. El plano romano es un plano geométrico muy utilizado después en la fundación de nuevas ciudades, sobre todo en América con la conquista española.
• La época medieval conoció un periodo de despoblación de las ciudades debido a las invasiones y la inseguridad. Con el proceso de la Reconquista se fueron fundando ciudades nuevas como, Segovia, Ávila, Salamanca, que servían de lugares de defensa de los territorios. Por otro lado, la conquista de los musulmanes creo un nuevo tipo de ciudad, la ciudad musulmana, que se emplazaba en lugares estratégicos y defensivos, por ejemplo, al lado de un río o de un barranco. Las casas se construían muy juntas unas encima de otras y se protegían por una muralla. El el plano que forma la ciudad musulmana era totalmente irregular, calles de trazado sinuoso, torcidas, quebradas, sin salida, con numerosos callejones ciegos llamados adarves que son muy representativos de la ciudad musulmana. La ciudad cristiana de esta época, sin embargo, dedicada a la agricultura y ganadería, era un pequeño recinto amurallado con calles estrechas y centradas en torno a una plaza donde estaba la iglesia.
• En la Edad Moderna, con el aumento demográfico y el desarrollo cultural, crecieron las ciudades, mejoraron las infraestructuras urbanas y se remodelaron las calles. También se crearon las plazas mayores donde se sitúa el Ayuntamiento y donde se hacían las fiestas. Destaca la Plaza Mayor de Madrid.
• Durante el siglo XVIII, el Reformismo Ilustrado cambió las formas de la ciudad: se mejoró la estética buscando la belleza del entorno. También mejoraron las condiciones sanitarias, se construyeron monumentos, avenidas, bulevares, puentes e infraestructuras.
• El siglo XIX fue muy importante para las ciudades españolas. Estas seguían creciendo y se hicieron nuevas reformas pues se desarrollaron mucho las obras públicas. La Desamortización sacó a la venta terrenos religiosos dentro de las ciudades que se edificaron o se incorporaron a la ciudad, como el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La industrialización, que se inició hacia los años 1860, trajo el problema de donde situar las industrias y donde alojar a la mano de obra que emigraba a las ciudades industriales. Debido a estas necesidades, se pusieron en marcha planes para regular el crecimiento de la ciudad y remodelar el espacio interior. Entre estos planes podemos citar: la construcción de mataderos, cementerios, acometidas de agua y electricidad, pavimentación de calles y sobre todo, apertura de nuevas calles para adaptarlas a la circulación que se iniciaba en esos momentos y que continuará avanzando en el siglo XX, a esto se le llamó haussmanización.
• A finales del siglo XIX, tienen lugar los planes de Ensanche, que son aportaciones muy interesantes del urbanismo. Consistían en edificar una zona completa de la ciudad, planificando todo, las calles, los edificio, los servicios etc. Se hacía por lo general con un trazado ortogonal o en cuadrícula, con manzanas de grandes proporciones destinados a acoger a las familias burguesas pues los ensanches eran zonas de habitabilidad de mucha calidad. Destaca el ensanche de Barcelona ideado por Ildefonso Cerdá en 1860.
• En el siglo XX el intenso proceso de urbanización ha traído consigo un gran cambio en el paisaje urbano: Se ha fomentado la construcción de viviendas pues este es uno de los principales problemas que se agudizó debido a la emigración del campo a la ciudad en los años 60. El Estado promulgó leyes para la construcción de viviendas sociales, por ejemplo la Ley de Casas Baratas de 1911. Pero la labor más intensa en construcción se hizo con el franquismo, pues después de la guerra civil, había que reconstruir muchas ciudades. Se hicieron varios planes de construcción a través de organismos, como la Obra Sindical del Hogar. En el franquismo en muchas ciudades se derribaron zonas céntricas para construir edificios de viviendas oficinas o bancos sin respetar el patrimonio de la ciudad. Crecieron también los suburbios y las chabolas en las áreas periféricas de las principales ciudades. Allí se alojaban personas sin recursos que formaban barriadas de autoconstrucción, sin servicios ni infraestructuras, como por ejemplo El Pozo del Tío Raimundo en Madrid o el Polígono Sur en Sevilla.. aunque se fue elaborando una legislación urbanística por la cual se obligaba a introducir la planificación, es decir la aplicación del zoning o distribución de usos y funciones dentro de la ciudad en espacios separados, estas leyes no solían cumplirse . Leyes de este tipo fueron la Ley de Suelo de 1956. También se experimentaron nuevas formas urbanísticas como la ciudad jardin, basada en ideas de arquitectos ingleses, cuyo objetivo era acercar la naturaleza a la ciudad, son barrios con casitas bajas con huerto o jardín, y la ciudad lineal que fue un proyecto del arquitecto Arturo Soria, y que trataba de crear viviendas en torno a las vías de comunicación entre ciudades, manteniendo también la relación con el medio natural. Los polígonos residenciales, son construcciones de barriadas enteras en zonas próximas a la ciudad pero donde predomina el bloque de pisos de elevada densidad y de escasas dimensiones y poca calidad constructiva.
• La democracia trajo consigo un gran avance en la legislación urbanística, mucho mayor control, y el intento de crear ciudades para los ciudadanos. Lo más importante es la elaboración de leyes como la Ley de suelo de 1976 y los Planes de Ordenación Urbana que realiza cada ayuntamiento. Estos Planes fijan líneas obligatorias para la edificación, sobre la propiedad, los trazados de vías, etc. Es decir recogen los objetivos de hacia donde se quiere desarrollar la ciudad. En la actualidad los objetivos de las leyes se dirigen a revitalizar los centros históricos a protegerlos y evitar la destrucción de edificios con valor histórico. Se hacen rehabilitaciones de zonas de la ciudad en su conjunto, modernizando y adecuando las condiciones a las necesidades de las personas. Para ello se obliga a respetar determinadas tipologías del entorno.
• En la actualidad, las familias de clase media buscan lugares residenciales con calidad ambiental y precios asequibles, por esto se desarrollan mucho las periferias urbanas donde se hacen urbanizaciones o también se implantan centros de servicios o de ocio como los parques periurbanos. Los polígonos industriales también se sitúan en la periferia, de manera que se crea lo que se llama una aglomeración urbana que consiste en irse uniendo a la ciudad principal, núcleos periféricos. El desarrollo de todas estas formas de construcción han hecho que en muchos lugares, se haya borrado el limite entre la ciudad y los núcleos cercanos, pues todo está ya urbanizado. Este fenómeno se llama metropolización, lo que obliga a que se tengan que construir vías de comunicación rápidas, circunvalaciones, o desarrollar el transporte público adecuado, pues estos núcleos funcionan como ciudades dormitorio para los trabajadores. De aquí nace también el concepto de área metropolitana, es decir, una ciudad que integra a toda una serie de poblaciones cercanas que pueden seguir manteniendo un carácter rural.

4.-FUNCIONES Y ESTRUCTURA DE LAS CIUDADES:
Las funciones de la ciudad son las actividades propiamente urbanas que, a lo largo de la historia, han sido fundamentalmente el comercio y los talleres artesanos.
Una ciudad se definía en contraposición al pueblo por sus funciones.
Se dice que una ciudad cumple una función determinada si esa actividad es la más representativa de ella, por ejemplo ciudades turísticas, ciudades universitarias, ciudades religiosas.
Antes de la revolución industrial, la población de las ciudades se dedicaba al comercio y la elaboración de textiles, armas, cerámica, utensilios de todo tipo, etc.
La industrialización significó un gran cambio, pues una ciudad ofrece muchas ventajas para implantar en ella industrias, como accesibilidad, mano de obra abundante, amplio mercado contacto con otras ciudades, etc…
En la actualidad en las ciudades se produce una gran mezcla de funciones. Es difícil clasificar a una ciudad por una sola función, pues en las ciudades se realizan muchas actividades.
ZONIFICACIÓN DE LAS CIUDADES
Las funciones de la ciudad se reflejan en la estructura urbana. El espacio urbano aparece dividido en una serie de sectores o zonas que tienen funciones diferentes, por ejemplo se agrupan los comercios, las zonas administrativas, las zonas industriales, las viviendas. Cada zona requiere situarse en el lugar apropiado, así, las industrias se van a la periferia pero el comercio se sitúa en el centro o en centros comerciales secundarios; el centro, al ser más accesible, concentra actividades de gobierno, de comercio, bancos o de ocio como bares, hoteles etc…
El precio del suelo en las ciudades suele ser muy alto porque es muy demandado. Por este motivo, los edificios crecen en altura apareciendo los rascacielos, las torres de viviendas, etc. Este crecimiento en altura se controla en muchos lugares, por ejemplo en las ciudades andaluzas.
Los sectores residenciales: podemos diferenciar varias zonas:
-el núcleo antiguo, que por lo general cuenta con viviendas que se abandonan, pues la población busca otras zonas con más comodidades.
-áreas residenciales acomodadas, que ocupan zonas bien ordenadas, con buenos servicios de transporte, edificios de calidad, zonas verdes, etc. (por ejemplo la zona de la Buhaira en Sevilla.
-zonas residenciales modestas, son las barriadas que nacen en la periferia, los llamados polígonos en ellos la edificación es de peor calidad, tienen pocas zonas verdes y pocos servicios.
-en el extrarradio se sitúan urbanizaciones, parques periurbanos, lugares de ocio o grandes centros comerciales que requieren mucho espacio.

En cuanto a las industrias, en el centro de las ciudades se encuentran algunas industrias poco contaminantes, como talleres de confección, copisterías, talleres de encuadernación.
Las zonas donde se sitúan las grandes industrias suelen ser los extrarradios o los polígonos industriales, pues allí se molesta menos. También es un lugar de localización de industrias junto a las vías de transporte, carreteras o ferrocarriles.

5.-LAS AGLOMERACIONES URBANAS. PROBLEMAS DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS.
Algunas ciudades han crecido hasta conectas con otros núcleos de población. Se crean así aglomeraciones urbanas que pueden ser de varios tipos: áreas metropolitanas, conurbaciones, regiones urbanas y megalópolis.
-El área metropolitana: está formada por una ciudad principal y varios municipios de su entorno que mantienen importantes relaciones socioeconómicas entre ellos: la ciudad central proporciona empleo y servicios, los núcleos sirven como ciudades dormitorio y como lugares donde se sitúan actividades como grandes comercios, industrias transportes, etc.
Entre la ciudad y sus núcleos debe existir una red de transportes adecuada. La estructura del área metropolitana puede ser de coronas concéntricas o radial.
Las áreas metropolitanas españolas más antiguas son Madrid Barcelona y Bilbao que se desarrollaron en los primeros años del siglo XX, en los años 60 y 70 se formaron otras áreas metropolitanas debido a la emigración del campo a la ciudad. En los años 90 hubo un parón en el crecimiento de las áreas metropolitanas pero en la actualidad las áreas metropolitanas recuperan su crecimiento debido a la inmigración extranjera
-La conurbación es una aglomeración urbana formada por dos o más ciudades que se unen, en España existen conurbaciones debidas al turismo, como Málaga Marbella Alicante Elche etc.
-La región urbana es una aglomeración urbana pero discontinua aunque muy densamente poblada.
-La megalópolis está constituida por la unión de áreas metropolitanas, conurbaciones y y regiones urbanas. En España las zonas costeras y el eje Barcelona Valencia Alicante, funcionan como megalópolis.

PROBLEMAS DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS:
Los vamos a enumerar:
Densificación demográfica y constructiva
Elevado precio de compra y alquiler de las viviendas
Necesidad de numerososo equipamientos y abastecimiento
Problemas en la ordenación del tráfico y el transporte
Problemas sociales, estrés aislamiento, pobreza,…
Problemas ambientales:
- Microclima y contaminación
- Altos niveles de ruido
- Producción y eliminación de residuos
- Desaparición o falta de espacios verdes
- Pocas zonas de expansión para los más pequeños
- Impactos ambientales de las basuras en las calles
- Problemas de congestión por el tráfico.

6.-SISTEMA DE CIUDADES JERARQUIAS Y EJES DE DESARROLLO URBANO.
Se entiende por sistema de ciudades las relaciones que la ciudad mantiene entre sí y con su entorno, a través de diferentes intercambios, por ejemplo el tráfico, el capital, las mercancías, la cultura, etc…
Los sistemas de ciudades pueden analizarse atendiendo a la región, la comarca, la provincia e incluso a nivel nacional e internacional, dependiendo de las relaciones que mantiene cada ciudad con el entorno. La creación de carreteras y ferrocarril es lo que más ha influido a la hora de consolidarse un sistema de ciudades y también ha sido muy influyente el desarrollo industrial.
En España, el sistema de ciudades se basa en dos grandes urbes, Madrid y Barcelona, aunque otras ciudades van aumentando su importancia como Bilbao, Sevilla o Valencia. Siempre existen grandes desequilibrios territoriales, pues las zonas menos desarrolladas se fueron despoblando a lo largo de los años sesenta y setenta, por ello en el franquismo se elaboraron los Planes de Desarrollo, que afectaron a ciudades como Huelva, Sevilla Vigo, Burgos, Badajoz.
En la actualidad se está produciendo un proceso de desindustrialización de las grandes ciudades industriales como ha sido Bilbao o Valencia y aparece lo que se llama la terciarización de la economía, es decir, que tiene más peso la actividad terciaria y los servicios que las actividades industriales. Por esto, se están creando los Parques Tecnológicos que se sitúan en ciudades medianas, como Sevilla o Málaga. También existen lógicamente en ciudades grandes como Barcelona. Los Parques son lugares de localización de industrias de alta tecnología.
La desindustrialización ha ocasionado el estancamiento de muchas ciudades mientras que la terciarizacion ha conseguido el desarrollo de otras, por ejemplo, las ciudades del litoral.
Jerarquía de la red urbana
Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia. La primacía de la ciudad lo da el volumen de población que tenga y las actividades que desarrolle.
Se distinguen las siguientes:

a)Metrópolis
Metrópolis nacionales: forman el primer nivel jerárquico, son Madrid y Barcelona. Cuentan con una población de más de 4 millones. Ejercen influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan además con otras ciudades extranjeras. Tienen servicios altamente especializados de todo tipo

Metrópolis regionales de primer orden: son las que están entre 500.000 y 1.500.000 hab. como Sevilla, Málaga, Valencia, Zaragoza o Bilbao. Influyen en el ámbito regional.

Metrópolis regionales de segundo orden, son las que cuentan con una población entre los 250.000 y 500.000 hb. Murcia, Alicante, Granada, Valladolid, son representativas.

b)Ciudades medias,.Son las capitales de provincia. Su población también está entre los 250.000 hb. Y 500.000. Pero son ciudades con funciones menos diversificadas y que cuentan con menos servicios administrativos y sociales.

c) Ciudades pequeñas: Son ciudades con poca población, hasta 50.000 hb escasas funciones y poca especialización.
Ejes de desarrollo urbano
Hoy día, el sistema de ciudades se articula en torno a los ejes de desarrollo urbano. Un eje se produce cuando las vías de comunicación ponen en contacto determinadas zonas que comparten actividades y movilidad de población:
Los ejes principales de España son:
El eje mediterráneo, desde Girona a Murcia, con mucha diversificación económica, cuenta con un importante sector primario en la zona de Murcia, industrias y turismo.
El Eje del Ebro, siguiendo el cauce del río desde Bilbao hasta Tarragona.
El Eje cantábrico, desde el País Vasco a Galicia, con alto nivel de urbanización pero declive industrial.
El Eje atlántico gallego que se prolonga hasta Portugal.
Madrid forma un eje radial y de conexión entre varios ejes
El litoral andaluz de gran importancia turística.
El eje interior andaluz, en torno a la A92, pretende el desarrollo de ciudades andaluzas del interior.
El Eje Madrid-Andalucía muy desarrollado gracias al AVE pero en la actualidad cuenta con poca población
El Eje oeste o la Ruta de la Plata, desde Huelva hasta Asturias, también tiene poca población aunque hay focos importantes de desarrollo en torno a las ciudades principales.

Cambios en el sistema urbano
Desde la década de los 80 se están produciendo cambios debido a la implantación del Estado Autonómico y la integración en Europa. Las capitales de las Comunidades Autónomas han incrementado su importancia en relación a su entorno, y han perdido relaciones con Madrid pues muchos servicios están descentralizados.

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